viernes, 30 de enero de 2009

Paleojusticia

Estos días es motivo de comentarios, discusión o polémica (aunque no tengo noticias de que sea motivo de estudios), la situación de, así muy ampulosamente dicho, la Justicia, en España.

Que si por esto, que si por lo otro, que si por lo de más allá, parece que hay un cierto consenso (¡bien!) en que la situación necesita mejorar, es manifiestamente mejorable, es un desastre, es un caos, ...

Lo que cualquiera puede observar es que los medios de que se dispone no son, ni suficientes ni adecuados. Como ejemplos tontos, recuerdo dos:

- el primer recuerdo se sitúa en un edificio actualmente en curso de acondicionamiento para otros usos, una vez que fuí de testigo, y en la que me tocó esperar en el rellano de la escalera, conseguí llegar a la mesa (sí, mesa, no sala) a través de una senda abierta entre montones de legajos por otros osados exploradores que me habían precedido, y finalmente me encontré que la Sra. Jueza me tomó declaración de pie (ella), pues al ser yo testigo, gentilmente me dejaron hacer uso de la única silla que había)

- el segundo recuerdo se sitúa en un edificio muy recientemente construido como es la Ciudad de la Justicia en Valencia, donde observé, al menos en unos cuantos casos, la situación, simplemente de diseño, de que las personas que están ante la ventanilla correspondiente del juzgado en cuestión, gestionando la documentación pertinente, bloquean la puerta de acceso a la sala donde se producen las vistas de ese mismo juzgado. Una implantación con este diseño en una fábrica, cortándose los recorridos del proceso de que se trate, casi supondría la ruina inmediata, simplemente por el exceso de costes que representarían las esperas en dichos cruces (sí, eso de que el tiempo es oro no es sólo una frase, aunque mucha gente se limite a vegetar en su puesto de trabajo - y demasiada gente, ni siquiera en él-).

Estas circunstancias, poco dignas de los tiempos que corren (o al menos, corrían) por esta España, hacen que haya quien califique la administración de justicia española como anticuada, obsoleta y adjetivos similares,... prehistórica, casi.

Sin embargo, en esa administración siempre hay quien, sobreponiéndose a las circunstancias, aplicando los escasos recursos disponibles, con notable esfuerzo personal y personal criterio de las prioridades, consigue resolver casos algo lejanos en el tiempo (no me refiero a la confirmación del fallecimiento de un tal Francisco Franco Bahamonde), trabaja en casos algo lejanos en el tiempo y en el espacio (no me refiero a la investigación de las dictaduras en Chile y Argentina -los recursos no permiten simultanear investigaciones en Cuba o sobre los montoneros) o en casos algo lejanos en el espacio (no me refiero a investigaciones de algo ocurrido en Gaza en 2002, pero, por el mismo motivo que antes, no en Jordania en septiembre de 1970, en Munich en 1972 o en Siberia desde 1918 hacia acá).

Sin embargo, estoy preocupado por si, como consecuencia de la ausencia de grandes recursos, y ante la aplicación de criterios subjetivos, es decir, propios del sujeto que los aplica, se queda sin resolver un caso tan importante como éste.

Y es que, no se trata sólo de un asesinato (es decir, ni siquiera homicidio, ni siquiera fallecido en el curso de un combate habido en una guerra declarada conforme al derecho internacional vigente en la época; no, la autopsia, según el diario global, sin paliativos ni consideraciones legales, determina que el pobre hombre fue asesinado).

Pues no, no se trata sólo de un asesinato: considerando la población que entonces habría en las montañas del Tirol, la muerte de esa persona sólo cabe considerarla como genocidio, y efectivamente, su "familia" antropológica... se extinguió.

Se impone que la Audiencia Nacional investigue este horrible asesinato resultado de una política de exterminio y genocidio, y comprueba la participación en ello de grupos precursores de lo que acabaría siendo, naturalmente y por supuesto, la extrema derecha austríaca.

El chivatazo a la cúpula del grupo terrorista ETA, la resolución cierta de los atentados del 11 de marzo de 2004 (aún pendiente según la sentencia del Tribunal Supremo), y minucias de este tipo, pueden esperar.

sábado, 24 de enero de 2009

Ser el blanco de las críticas

Yo, no sé otros, no dejo de tener la impresión de que en toda esta historia con Barak Hussein Obama hay una espectacular puesta en escena (e incluso hay quienes ven detrás a cierto y famoso Club de Bilderberg, es decir, una conspiración a escala mundial - pero bueno, lo que sea, con tal de vender libros, incluso referirse a El País como un diario de hace 50 años, esto es rigor).

No es momento de hablar de diversos aspectos a los que la prensa no es que no dé relevancia, sino que oculta o incluso confunde. Pero sí es momento de hablar de cómo actúa esa prensa.

Y el problema es que esa prensa, a efectos prácticos, es la prensa, o sea, toda la prensa.

Sin ir más lejos, a este lado del charco, el pasado martes día 20, parece que fue un agobio en todos los medios de comunicación con la famosa investidura, cosa a la que, que yo recuerde, nunca se le había dado más atención que unos minutos en las noticias; aquí, incluso se retransmitió en directo con traducción simultánea por varias cadenas de radio (lo que ya no sé es cómo explicaron el acto fallido del juramento -si hubiera sido otro, bien que lo habrían crucificado) [Para los curiosos, la foto que se acompaña es de Susan Walsh, de AP, en The Washington Post]

Toda esta adhesión inquebrantable, me recuerda la de octubre del 82: el lema era similar y la explicación del cambio, idéntica: que el país funcione (tampoco se explica en qué consiste ese funcionamiento). La cuestión es que después de esos recuerdos de octubre del 82, vienen los del picotazo a una abeja en febrero del 83, los de una mano que se chamuscó en un fuego rubio, los de una publicidad gratuita a los primeros teléfonos móviles de Motorola, y así hasta ahora, en que tras una X, ni del piso de la calle Pez Volador nadie más se volvió a acordar, ni de cierta diputada en su día por Cádiz (por méritos propios, claro, era otra Carmen, por favor), tampoco (lo que también me recuerda ciertas pintadas de hace muchos años, claro, en Madrid, que, por Navidad, muy atentamente, decían "Merry Christmas, Felipe" - pero se ve que ese año la nieve no cuajó).

[Me he ido un poco de lo que estaba comentando, pero vuelvo para acabar]

Sin embargo, siempre hay alguna Casandra que avisa sobre la realidad y la necesidad de adoptar decisiones. Por ejemplo, el mismo día 20, el WSJ empezaba un artículo de fondo de la siguiente guisa:

"Barack Obama takes the oath of office today amid a sense of expectation and opportunity rare even for new Presidents. Partly this is due to his heritage and the historic nature of his triumph, partly to our current economic troubles, and partly to a nation looking for a fresh start after the difficulties of the Bush era. The paradox is that in order to succeed Mr. Obama will soon need to turn the opacity of his hope into clear and often difficult choices, some of which will upset his most passionate supporters."

El caso es que los muy corporativistas de los periodistas se están quejando por cómo (no) les dejan hacer su trabajo, empezando por la repetición del juramento.

Y es que, otros sí, pero ese callo no se puede pisar.

Y de todo esto me entero el día en que los famosos 100 primeros días, se cumplen para este diario.

The keys of the city

En este diario se celebran y conmemoran los nacimientos, o se recuerdan los fallecimientos, de personas que han tenido no sólo una gran trascendencia en el mundo, sino que dicha trascendencia ha sido positiva (en opinión de quien esto escribe).

Hoy toca, por contra, recordar el fallecimiento de una persona cuya trascendencia, en mi opinión, ha sido todo lo negativa que puede llegar a ser.

Y es que, aprovechando que hoy hace 85 años que a la ciudad de San Petersburgo le cambiaron el nombre y, en un espontáneo ejemplo de reconocimiento, pasaron a bautizarla como Leningrado, recordamos que tres días antes había fallecido (aunque algunos dicen que "lo fallecieron"), Vladimir Ilich, más conocido como Lenin.

Tal vez uno de los méritos por los que se justificaba el cambio de nombre de la ciudad, y que explicara ese subtítulo del artículo ("Soviet Congress in tears") fuera, tal y como se narra en Koba el Temible. La risa y los Veinte Millones, obra de 2002 de Martin Amis, según traducción de 2004 de Antonio-Prometeo Moya, para la edición de la obra publicada por Anagrama con el número 577 de su colección Panorama de Narrativas; fuera, como digo, el siguiente:

Por lo general se cree que el uso del hambre como arma del Estado contra la población es una innovación introducida por Stalin (luego adoptada por Mao y otros dirigentes comunistas), pero el hambre leninista de 1921-1922 también tuvo sus aspectos terroristas. Las dos hambrunas tuvieron la misma causa: requisa alimentaria punitiva. Mientras que Stalin fomentó y consolidó el hambre total, Lenin permitió al final y a regañadientes la intervención norteamericana,que salvó más de 10 millones de vidas. Sin embargo, el hambre leninista se imbricó con el terror, al menos en Ucrania. Como dijo en 1927 el historiador H.H. Fisher: «El gobierno de Moscú no sólo no informó a la American Relief Administration de la situación en Ucrania, tal como había informado en el caso de regiones mucho más lejanas, sino que deliberadamente puso obstáculos.» Y Conquest añade: «La verdad es que entre el 1 de agosto de 1921 y el 1 de agosto de 1922 se sacaron de Ucrania 5 millones de quintales de cereal para repartirlos por otros lugares.» Durante toda su vida adulta, Lenin fue un admirador del hambre como elemento «radicalizador» (y secularizador) del campesinado. (...) Así pues, Stalin, en 1933, se limitó a demostrarse a sí mismo, una vez más, que era «el más capacitado discípulo de Lenin». Su única novedad cualitativa, al margen de las purgas del Partido, fue la farsa de los Procesos de Moscú. Podemos traer a colación el comentario de Solzhenitsyn sobre el juicio «de propaganda» de los socialistas revolucionarios de 1922: Lenin «casi casi estuvo allí».

Y, como se sigue viendo, todavía hay quien lo sigue.

jueves, 22 de enero de 2009

Cruz y raya (del camino)

Hoy se celebra la festividad de San Vicente Mártir, copatrono de la Ciudad de Valencia.

Antes de la globalización, quiero decir, cuando las distintas pedanías de Valencia tenían una vida mucho más independiente de la propia ciudad, la festividad se ceñía al propio casco urbano.

También, en su época, era costumbre que en el equivalente de la salida de las ciudades, se erigieran cruces, supongo que como deseo y esperanza de un buen viaje. Valencia no era una excepción a esta costumbre.

Combinando ambas costumbre, ha quedado como tradición que la festividad de San Vicente Mártir es fiesta, en Valencia, "de cruces hacia dentro", es decir, sólo en el propio casco urbano.

Ahora ya no es así (el Ayuntamiento tiene declarada el día como fiesta local, y por tanto, con aplicación para todo el municipio), pero aunque la administración cambie, el dicho popular sigue... y las cruces también.

Y de esta manera, en los caminos hacia el sur y el oeste,



más recientemente, en el camino del noroeste,



y sí, también en su día había un camino hacia el este... exacto, hacia el mar.

miércoles, 21 de enero de 2009

Dedicación vs Despiste

Aprovechamos la anotación anterior, para hacer otra.

En el escaparate alabado se puede apreciar el reflejo en el espejo del fondo, del edificio que está enfrente. Reconozco que no se aprecia muy bien en la foto, así que voy a dar unas pistas para que se pueda saber con total certeza de qué se trata.


El edificio tiene una de sus fachadas recayente a una calle cuya placa es la de la foto.

Según se haga la foto (quiero decir, con o sin flash, de noche, claro) se destaca más o menos el objeto que hay detrás de la figura que se encuentra encima de la puerta principal. Dicho objeto es el conocido como cruz de San Andrés.



Encima de dicha puerta principal, se encuentra una lápida donde figura el nombre del edificio en cuestión.

Con todas estas pistas ya estamos en condiciones de saber la solución, ¿no?.
...
...
...
En efecto, es una iglesia, dedicada a un santo, con una cruz, y en su nombre figura como letras la 'a' y la 'n', por ejemplo.

Bien, veamos a continuación dos fotos donde se refleja la solución correcta.

Desidia vs Dedicación

Hace algo más de dos meses, caragüevo denunció en su diario un ejemplo de desidia en el trabajo. La foto que se acompaña era una de las recogidas en la anotación, e ilustraba dicha desidia.

Poco después, exactamente, diecinueve días, dos horas y veintisiete minutos después, pude observar que parte del desaguisado se había resuelto: el 'seis' mal ubicado había pasado a no estar ubicado en absoluto.

Del caso me había olvidado ya, y hoy hubiera podido comprobar cómo estaba la situación, pero me llamó más la atención cómo estaba decorado el escaparate de un establecimiento vecino, de la competencia, marca extranjera, aunque, supongo, con profesionales españoles (sin necesidad de ninguna ocurrencia ministeril).



Es cierto que tardas en ver qué se ofrece en el escaparate, pero también lo es que te quedas hasta que lo averiguas. Si el producto te gusta o no, si entra dentro de tus posibles o no, eso ya es harina de otro costal; esta anotación sólo versa sobre el escaparate.

Desde luego, dedicación ha requerido, y de noche atrae; tal vez a la luz del sol sea otra cosa.

lunes, 19 de enero de 2009

Relato de una fiesta (y 2)

La fiesta llegaba a su auge cuando en el reloj comenzaron a sonar las campanadas de la medianoche. Y entonces, como antes, la música cesó, y cesaron también las evoluciones de los bailarines. Y también como antes se produjo una angustiosa suspensión de todas las cosas, pero en aquellos momentos tenían que sonar doce campanadas. Y quizá por disponer de más tiempo, de más segundos de meditación, la muchedumbre guardó un silencio más profundo que nunca.

And thus too, it happened, perhaps, that before the last echoes of the last chime had utterly sunk into silence, there were many individuals in the crowd who had found leisure to become aware of the presence of a masked figure which had arrested the attention of no single individual before. And the rumor of this new presence having spread itself whisperingly around, there arose at length from the whole company a buzz, or murmur, expressive of disapprobation and surprise – then, finally, of terror, of horror, and of disgust.

In an assembly of phantasms such I have painted, it may well be supposed that no ordinary appearance could have excited such sensation.(…) The figure was tall and gaunt, and shrouded from head to foot in the habiliments of the grave. The mask which concealed the visage was made so nearly to resemble the countenance of a stiffened corpse that the closest scrutiny must have been endured, if not approved, by the mad revellers around. But the mummer had gone so far as to assume the type of the Red Death.(…)

When the eyes of Prince Prospero fell upon this spectral image (which, with a slow and solemn movement, as if more fully to sustain its role, stalked to and fro among the waltzers) he was seen to be convulsed, in the first moment with a strong shudder either of terror or distaste; but, in the next, his brow reddened with rage.
‘Who dares’ – he demanded hoarsely of the courtiers who stood near him – ‘who dares insult us with this blasphemous mockery? Seize him and unmask him – that we may know whom we have to hang, at sunrise, from the battlements!’
(…)
There were found none who put forth hand to seize him; so that, unimpeded, he passed within a yard of the prince’s person; and, while the vast assembly, as if with one impulse, shrank from the centres of the rooms to the walls, he made his way uninterruptedly, but with the same solemn and measured step which had distinguished him from the first, through the blue chamber to the purple – through the purple to the green – through the green to the orange – through this again to the white – and even thence to the violet, ere a decided movement had been made to arrest him. It was then , however, that the Prince Prospero, maddening with rage and the shame of his own momentary cowardice, rushed hurriedly through the six chambers, while none followed him on account of a deadly terror that had seized upon all. He bore aloft a drawn dagger, and had approached, in rapid impetuosity, to within three or four feet of the retreating figure, when the latter, having attained the extremity of the velvet apartment, turned suddenly and confronted his pursuer. There was a sharp cry – and the dagger dropped gleaming upon the sable carpet, upon which, instantly afterward, fell prostrate in death the Prince Prospero. Then, summoning the wild courage of despair, a throng of the revelers at once threw themselves into the black apartment, and, seizing the mummer, whose tall figure stood erect and motionless within the shadow of the ebony clock, gasped in unutterable horror at finding the grave cerements and corpse-like mask, which they handled with so violent a rudeness, untenanted by any tangible form.

And now was acknowledged the presence of the Red Death. He had come like a thief in the night. and one by one dropped the revelers in the blood-bedewed halls of their revel, and died each in the despairing posture of his fall. And the life of the ebony clock went out with that of the last of the gay. And the flames of the tripods expired. And Darkness and Decay and the Red Death held illimitable dominion over all


Las transcripciones literarias proceden del libro The complete stories, publicado en 1992 en su colección Everyman's Library por David Campbell Publishers Ltd, de Londres, y del libro Historias extraordinarias, según traducción de 1968 de Jaime Piñeiro, en un ejemplar de la 7ª edición, de agosto de 1978, volumen publicado como nº 78 de su colección Libro Amigo por una entonces bien real Editorial Bruguera.



Las muestras gráficas, como ya se ha dicho, son de Miguel Calatayud, publicadas en el número Extra de Navidad de la revista Trinca, el 15 de diciembre de 1972.

Y todo esto, porque hoy, día 19 de enero de 2009, se cumplen 200 años del nacimiento, en Boston, de Edgar Allan Poe.

Y sobre cualquier otra interpretación, sin desmerecer su posible interés, ¿qué podemos decir de su probable coincidencia?

Relato de una fiesta (1)

Con fecha del 15 de diciembre de 1972, se cumplía, sin que nadie lo supiera, el cuarto pre-aniversario del referéndum sobre la Reforma Política.

Sin embargo, como ni se sabía ni se sospechaba siquiera, la gente estaba con otras preocupaciones, y como la crisis del petróleo del 73 aún no había llegado (no es que el gobierno de entonces dijera que no, es que era verdad que no había llegado), se encontraba preparando las inmediatas fiestas de Navidad, comprando productos españoles (no porque 38 años después lo fuera a decir un ministro con nombre de arcángel y primer apellido de mártir asaeteado, sino porque es lo que mayoritariamente había, quiero decir, productos y españoles).

Con esa fecha se editó el número 52 de la revista Trinca, pero también, en coherencia con esas fechas, se publicó el número Extra de Navidad.

Este número extra se abría con una historieta basada en un relato del siglo XIX adaptado y dibujado por Miguel Calatayud (ya conocido en la revista por las aventuras de su personaje Peter Petrake).

El relato comienza así:

The ‘Red Death’ had long devastated the country. No pestilence had ever been so fatal, or so hideous. Blood was its Avatar and its seal – the redness and the horror of blood. There were sharp pains, and sudden dizziness, and the profuse bleeding at the pores, with dissolution. The scarlet stains upon the body and especially upon the face of the victim, were the pest ban which shut him out from the aid and from the sympathy of his fellow-men. And the whole seizure, progress, and termination of the disease, were the incidents of half an hour.

But the Prince Prospero was happy and dauntless and sagacious. When his dominions were half depopulated, he summoned to his presence a thousand hale and light-hearted friends from among the knights and dames of his court, and with these retired to the deep seclusion of one of his castellated abbeys.(…) The abbey was amply provisioned. With such precautions the courtiers might bid defiance to contagion. The external world could take care of itself. In the meantime it was folly to grieve, or to think. The prince had provided all the appliances of pleasure. (…) All these and security were within. Without was the ‘Red Death’.

It was toward the close of the fifth or sixth month of his seclusion, and while the pestilence raged most furiously abroad, that the Prince Prospero entertained his thousand friends at a masked ball of the most unusual magnificence


Y más adelante tenemos:

Las ventanas estaban provistas con cristales de color cuyo matiz variaba de acuerdo con el que predominaba en la decoración de cada sala. Por ejemplo, el salón del extremo oriental estaba decorado en azul y, en consecuencia, la ventana también era azul. El segundo salón mostraba una decoración en púrpura, en mobiliario y tapicería, y allí las ventanas mostraban el mismo color. La tercera sala era verde y verdes eran asimismo los cristales de las ventanas. El cuarto salón estaba tapizado y amueblado en color anaranjado, el quinto salón en blanco, el sexto en color violeta. La séptima sala aparecía rigurosamente amortajada con negras colgaduras de terciopelo, cortinones que descendían sobre los muros, cayendo en pesados pliegues sobre una alfombra de igual material y color. Pero únicamente en aquel salón las ventanas diferían de este último. Los cristales eran de color escarlata, de un fuerte color de sangre.(…)

También en aquella sala había, en el muro occidental, un gigantesco reloj de ébano. Su péndulo oscilaba de un lado a otro con pesado y monótono sonido; y cuando el minutero había dado la vuelta a la esfera e iba a sonar la hora, surgía de los mecánicos pulmones del reloj un sonido claro y recio, profundo, sumamente musical, pero de un tono tan peculiar y acentuado que cada vez que sonaba la hora, los músicos se veían obligados a detenerse, momentáneamente, para escuchar su sonido; y de este modo los que bailaban se veían obligados también a cesar en sus evoluciones. Se producía un breve desconcierto en la alegre reunión.(…) Pero en cuanto los ecos del reloj habían cesado totalmente, una risa cualquiera sonaba en la sala de baile, los músicos se miraban entre sí y sonreían como avergonzándose de su nerviosismo y todo el mundo se juraba que cuando volviera a sonar el reloj no se inmutarían lo más mínimo. Después, transcurrido el intervalo de los sesenta minutos (tres mil seiscientos segundos de un tiempo que vuela) volvía a hablar el reloj y volvía a producirse el mismo desconcierto y meditación de antes.
(…)


[continuará]

domingo, 18 de enero de 2009

Ganar sin bajar del autobús

Desde hace un tiempo, en el ámbito deportivo se está extendiendo la frase de "ganar sin bajar del autobús" para expresar que uno de los equipos es tan superior al otro que es capaz de ganar el partido sin bajar siquiera del autobús que le lleva al estadio. Dadas las características de la frase, ésta es susceptible de ser utilizada en otros contextos, mostrando así la superioridad de un contrincante sobre el otro.

Hace ya varios años, yo sí tuve que acabar bajándome del autobús. Iba por la calle con mi hija, lo bastante pequeña entonces como para llevarla en un cochecito. Por ganar tiempo, decidí coger el autobús para acercarme a un sitio.

Pude subir sin mayores dificultades, ni técnicas ni administrativas, digamos. El problema vino cuando intenté sentarme. En los autobuses existen unos asientos que están reservados a personas que, en general, tienen limitadas sus capacidades de movimiento, no sólo por sí mismas, sino por otras circunstancias como son, en particular, el llevar niños pequeños.

Pues bien, todos los asientos del autobús estaban ocupados, y también los de este tipo. Por tal motivo, me mantuve de pie, sujetando el cochecito todo lo firme que podía, con mi hija en él.

Al cabo de un tiempo, el conductor se dio cuenta de ello, y me conmino a cumplir las normas establecidas que estipulaban que los cochecitos de bebé debían ir plegados. Le contesté que cuando estuviera ocupando el asiento a que tenía derecho, lo haría, pues era el caso que uno de estos asientos reservados lo ocupaba una persona en la que no concurrían ninguna de las circunstancias que le daban derecho preferente a estar ahí sentada.

El conductor insistió en que debían cumplirse las normas, sin darse cuenta, por mis respuestas, de que, al igual que la persona sentada, hacía olímpico desprecio de otras normas, tal vez porque lo contrario le supondría tener que enfrentarse con alguien de quien podía esperar contestación no sólo verbal.

De hecho, una señora me ofreció su asiento, que decliné, insistiéndole que no era el suyo el que yo necesitaba, sino aquél al que tenía derecho.

Al final, y dado que el conductor decidió parar el autobús y no reanudar la marcha hasta que yo cejara, y por no perjudicar al resto del pasaje, decidí bajar y continuar mi recorrido andando.

Lo incorrecto de mi actuación, está claro, fue no presentar la correspondiente denuncia contra el pasajero y el conductor permisivo/cómplice. Puede decirse que bajando del autobús es como perdí.

En cambio, quien no perdió, sino que, a través de todo lo que generó, hizo ganar, fue Rosa Parks, modista de Montgomery (Alabama), quien, especialmente cansada tras la jornada laboral del 1 de diciembre de 1955, decidió no ceder el asiento que ocupaba en el autobús a una persona, en aplicación de las leyes del estado. Era el caso que, para entendernos, Dª Rosa Sparks era negra y el otro pasajero era blanco.

Como consecuencia de ello, fue procesada, juzgada y condenada a una multa (se libró de la prisión preventiva gracias a que un testigo pagó la fianza). La multa acabó siendo de 10 dólares más cuatro de las costas. 14$ que supusieron que menos de un año después, en noviembre de 1956, la Corte Suprema declarara inconstitucionales las leyes racistas en el transporte.

Naturalmente, el caso no lo llevó a la Corte Suprema la señora Sparks sino otras personas, pero tal vez no hubiera sucedido nada si por ese cansado vigor, no se hubiera organizado un boicot a la compañía de autobuses (sin necesidad de quemar ninguno, simplemente, no usando el autobús), y si no hubiera coincidido que poco antes de estos sucesos, en 1954, hubiera llegado a Montgomery, para ser pastor de una iglesia baptista, un tal Martin Luther King, junior.

Este recién llegado consiguió dar notoriedad al caso, con el resultado visto, y a partir de ahí, siguió en una lucha por los derechos civiles, y consiguientemente, contra las leyes y costumbre racistas.

El 28 de agosto de 1963, culminando una de las muchas movilizaciones en que participó, en el Mall de Washington, tuvo un sueño.

Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano.
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: «Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales»


Esta persona, este pasado jueves, día 15, ha cumplido 80 años, aunque su asesinato el 4 de abril de 1968 le ha impedido estar aquí para celebrarlo. En Estados Unidos se recuerda su figura, oficialmente, este lunes (casi todas las fiestas las tienen trasladadas a un lunes, creo que el inmediato siguiente).

Happy drawing by you

Ayer, día 17 (coincidiendo con su santo, supongo, ya puestos), Antonio Mingote cumplió 90 años, por lo que no sólo hay que felicitarlo, sino también, felicitarnos de ello.

Antonio Mingote lleva más de medio siglo publicando sus dibujos en el periódico ABC. Cuando la maquetación del periódico suponía una única noticia en portada, apoyada por lo general en una foto, eran tales la importancia, el saber poner el punto sobre la i, el oficio y bien hacer de Antonio Mingote, que, en muchas ocasiones, la portada era un dibujo de él. Y con eso, bastaba.

En la noticia enlazada, se hace el comentario de que Antonio Mingote tiene todos sus dibujos encuadernados. Es posible que esta costumbre esté bastante extendida; por ejemplo, mi padre, mientras en casa comprábamos diariamente el ABC, lo hacía [Por eso de deformación de la memoria histórica, tal vez convenga aclarar que no era extraño y así sucedía en casa de mis abuelos paterno y materno, que se comprara un periódico monárquico como el ABC, siendo, como eran, republicanos]

La forma de coleccionar los dibujos (lógicamente, recortados del periódico) era pegándolos en las hojas en blanco de unos libros cuyas tapas eran verdes, de un tono similar al verde oliva o verde botella, según recuerdo. El criterio de la colección era sencillo: todos y ordenados cronológicamente (se fechaban al lado del dibujo, a mano). Según lo que localizo en mi memoria, se distribuían cuatro por página, y de esta forma, y con paciencia, mi padre consiguió tres volúmenes, algo más de veinte años de dibujos.

En el fondo documental de que dispongo (qué bien suena eso, por no decir, entre los recortes de periódico que tengo amontonados en casa), el dibujo más veterano que he localizado de Antonio Mingote no es original, sino que se trata de la reproducción que publicó la Hoja del Lunes de Valencia (entonces, en España, para los más recientes, los periódicos no se publicaban los lunes, por el descanso dominical, tomando el relevo la Hoja del Lunes, editada por la Asociación de la Prensa correspondiente, con la que, además de informar de los estrenos de la semana -en los cines de las capitales se estrenaba los lunes- se daba cumplida información del deporte del domingo -mayormente, fútbol-, y encima se contribuía a la obra social de la Asociación).

El dibujo en cuestión es el que acompaña estas líneas, y, aun siendo de mayo de 1985, no puede decirse que no sea actual (conviene recordar que fue un gobierno socialista presidido por Felipe González quien estableció relaciones diplomáticas con Israel).

Aunque alguno pueda creer lo contrario, Mingote no es madrileño, sino de Sitges. Eso sí, está tan vinculado a Madrid, que hasta hay trampantojos con su estilo, un costumbrismo en el que no pierde ocasión de recoger ciertas virtudes que considera necesario mantener: la buena educación, la lectura (especialmente y a pesar de todo, de la prensa), el trato social, la galantería, la música,...



Felicidades por estos primeros noventa años.

Abortando derechos

Vía elentir me entero de la noticia recogida por HazteOir sobre una resolución adoptada por ese gran centro de trabajo, cultura, dedicación, responsabilidad, sacrificio y austeridad que se llama Parlamento Europeo o Eurocámara. El objeto de la resolución versa sobre "los derechos fundamentales en la Unión Europea".

En esa resolución, redactada, casi seguramente de manera intencionada, de forma que no se entienda claramente a qué se hace referencia y a qué no, se hacen votos porque "las mujeres pueden disfrutar plenamente de sus derechos", y que "se faciliten métodos anticonceptivos con el fin de prevenir todo embarazo no deseado y los abortos ilegales y en situación de riesgo". [Lo siento, pero en la página del Parlamaneto Europeo no he localizado referencia sobre esto]

La redacción es de tal forma que ha conseguido que varios eurodiputados del Partido Popular se hayan atrevido a votar en contra (el resto, no es que se hayan atrevido o no, simplemente han votado a favor) [En la página de HazteOir se relacionan los que han votado a favor y en contra, lo que permite conocer el nombre de los eurodiputados españoles. Como cabe esperar, la inmensa mayoría es una ilustre desconocida, y a muchos de los conocidos, mejor hubiera sido no conocerlos]

Es triste ver cómo en cuestiones de esta naturaleza, las asociaciones ciudadanas oficiales, es decir, los partidos políticos, en su inmensa mayoría, pueden dividirse en dos grupos: los que están a favor y los que no saben/no contestan/no es prioritario en la sociedad/no me ponga en un compromiso/... Y es triste porque esta bipolarización no es consecuencia de un debate civilizado (esto no es Estados Unidos, donde nos hemos enterado de que existe una tal Sarah Palin), es consecuencia, simplemente, de, por un lado, una decisión plenamente tomada coherentemente con una ideología que afecta a todo aspecto de la vida humana y, por otro, de una decisión de..., de..., ¿cobardía?

En consecuencia, tiene que ser la gente normal la que personalmente o mediante asociaciones, éstas sí, claramente rebeldes con causa, poco a poco va aclarando, manifestando, opinando, argumentando, sobre este u otro tema.

Por ejemplo, a través de su blog, una de las comentaristas de éste que ahora leéis, hace casi un año dedicó parte de su tiempo, en vez de a quejarse, a argumentar (y escribirlo) sobre diversos aspectos contra el aborto, generándose en los comentarios una interesante secuencia de réplicas y dúplicas, contra-argumentaciones y re-argumentaciones.

Así pues, voy a lanzar otra forma de verlo, simplemente para provocar (sobre todo porque no he estudiado Derecho, Torcido, Izquierdo, o como se diga ahora).

El planteamiento, hasta donde he apreciado, a favor del aborto, está consolidándose en la actualidad no sólo como un derecho, sino como un derecho fundamental, según la posible interpretación de la resolución de la Eurocámara. Por tanto, el resto de las argumentaciones que puedan hacerse no hacen mella en la postura de partida, porque tratan de otros aspectos (sí, algunos tan insignificantes como el tema de la vida humana).

Pues bien, tengo entendido que los derechos fundamentales son irrenunciables: por ejemplo, una persona no puede firmar un contrato mediante el cual pase a ser esclava de otra, porque no puede renunciar a su libertad. Y esto, con independencia de lo que pueda vivir.

Por tanto, si el aborto es un derecho fundamental, sería irrenunciable. Es decir, y haciendo uso de otro de los argumentos a favor, como es la salud mental de la madre frente a la vida del nuevo ser, ¿por qué debe prescribir ese derecho en el momento del parto, y no puede exigirse con posterioridad? ¿La salud mental de la madre, ante lo que pueda hacer el hijo, ya no tiene valor para ser defendida? ¿Qué diferencia hay entre una vida humana antes del parto (que ha sido reconocida precisamente al argumentar la disyuntiva), y después del parto?

Está claro que esto no pretende ser un argumento demoledor, sino sólamente una muestra de que defender el aborto como un derecho es, simplemente, un absurdo (y precisamente por eso, llevan las de ganar).

Lo que sí es un argumento demoledor es la descripción de los métodos habitualmente utilizados para practicar los abortos. En la referencia escrita no figura un aspecto importante que sí se refleja en el audio: hay casos en que por el método utilizado, existe aunque sea pequeña, la probabilidad de que el feto, al ser extraído, pueda seguir viviendo; en estos casos, al feto, con carácter previo a su completa extracción, se le da muerte, y es que, si no fueran tan comprensivos, ¡sería un asesinato!

sábado, 17 de enero de 2009

El cambio climático llega al calendario

El otro día me ofrecieron un calendario de sobremesa, editado bajo el nombre de una Administración que discretamente me reservo, cuyo tema principal es..., sí, el cambio climático.

El calendario se dispone en dos partes, y estando las anillas verticalmente en el centro, llamaremos a cada parte, sin otras connotaciones, izquierda y derecha.

El diseño del calendario supone que, para obtener el equivalente al avance cronológico propio del año, deben desplegarse las hojas, girando sobre el eje definido por las anillas, es decir, con el calendario en posición, y con un punto de vista situado por encima del plano definido por la mesa sobre la que se encuentra el calendario, de derecha a izquierda, en el sentido de las agujas del reloj, o sentido dextrógiro.

Con esta maniobra, se obtiene que en las páginas que quedan visibles en el lateral derecho, se refleja el mes de que se trate (es decir, enero, febrero,... y así hasta diciembre -aclaración inútil porque quien la necesita no lee este diario, en el sentido de entender e interpretar lo escrito, pero, bueno, por si acaso el verdadero Gran Hermano, o sea, el gobierno, está por ahí).

Y en las páginas que se disponen en el lateral izquierdo, claro, diversos consejos medioambientales, del tipo "al agua que no has de beber, ciérrale el grifo del crédito", "para lo que tus ojos han de ver, apaga las bombillas que no te van a llegar", "ande yo caliente, y sin termostato la gente", y cosas así, pero dichas de manera políticamente correcta (es decir, sin diccionario).

Lo malo de todo este calendario no es que, en realidad, se limite a decir cosas de sentido común (pues en este caso, lo malo es que sea necesario decirlo, e insistir en ello, como los consejos para las rebajas -pero es que si no, ¿cómo excusa el sueldo tanta gente?).

Pues no, lo malo de este calendario es... el calendario.

¡No hay fiestas! ¡Ni siquiera los domingos!

viernes, 16 de enero de 2009

Recuperando la memoria

A principios de semana, se cumplió un mes desde que trascendiera la noticia de la aparición de documentos originales de Niceto Alcalá-Zamora, correspondientes a sus anotaciones y memorias y, especialmente, las actas de las elecciones acaecidas en España en febrero de 1936.

Por lo que se ha comentado, se trata de las actas originales, que muestran unos resultados de las elecciones que no fueron los que finalmente se proclamaron como oficiales, sino muy distintos.

Sobre este hecho, al menos que yo sepa, nunca se han prodigado comentarios, manifestaciones o grandes discursos: supongo que una vez finalizada la guerra, los vencidos no tenían que insistir en que eran los que defendían su presencia en el gobierno antes de la guerra (¡No pasarán!), y los vencedores no tenían necesidad de insistir en otra cosa distinta de su victoria (¡Hemos pasado!). Por tanto, esas circunstancias, reales o supuestas, eran cosa de historiadores, siempre y cuando dichos historiadores quisieran preocuparse de la Historia y dejarse de historias.

Se da, por tanto, la feliz circunstancia de que en plena ebullición de la Memoria Histórica, se ha podido recuperar este episodio de la Historia que, solo o por colaboración de otros, había caído en la Amnesia Histórica.

Sobre este tema, hojeando un librito que tiempo ha había conseguido a través de Iberlibro en una librería de viejo (no recuerdo ahora cuál), leí diversos párrafos interesantes, de los que transcribo parte de ellos, en concreto, de la Sección II De la ilegitimidad de origen, parte II El asalto al poder, apartado Se falsifican las actas:

[para situarnos, hay que recordar que siendo las elecciones el día 16 de febrero de 1936, ya el día 19 se encargaba del Poder un Gobierno del "Frente Popular", presidido por Azaña. Detalle sin importancia es que el escrutinio general de las elecciones estaba fijado para el día 20]

Inmediatamente que ello se supo, sin esperar a la transmisión normal de poderes, procedieron los dirigentes revolucionarios en todas las provincias a apoderarse -en algunos casos con grandes violencias- de los edificios y de los cargos públicos, para adueñarse y operar impunemente sobre la documentación electoral. Y así, en no pocas de las citadas provincias, aprovechando la madrugada del 19 al 20 se abrieron los sobres que contenían las actas de votación y se sustituyeron éstas por otras falsas, en número bastante, para trasladar a las candidaturas de izquierdas el triunfo que habían logrado las derechas.
(...)
En el expediente que instruye esta Comisión existen las más amplias pruebas documentales, que no pueden ser recusadas por los elementos adversos teniendo en cuenta:
a) Que la falsedad se acredita con dictámenes de peritos caligráficos que intervinieron en las diversas actuaciones procesales.
b) Que muchas de dichas actas falsas correspondiendo a pueblos muy distantes entre sí, aparecen no obstante, escritas por una misma mano.
c) Que las actas auténticas de votación archivadas, por ministerio de la ley, en las Juntas Municipales del Censo, evidencian la falsía de las escrutadas; y sin que las izquierdas puedan rechazar esta prueba documental, porque en las aludidas actas originales están las firmas de los interventores y apoderados de los candidatos del "Frente Popular".


Y en el apartado Trascendencia del fraude electoral, se dice, tras evaluar en no menos de cincuenta las actas de diputado falsificadas como consecuencia de las actuaciones que se describen en los apartados anteriores:

En el "Diario de Sesiones" del 7 de abril del mismo año [1936], página 268 y siguientes, aparece la votación más esencial que tuvo lugar en las Cortes, cual fué la que llevó aneja la destitución del Presidente de la República [precisamente Niceto Alcalá-Zamora]. Votaron a favor de esa destitución 238 diputados; y en contra, 5. ¿Se logró el "quorum" exigido por el texto constitucional? En otro lugar de este Dictamen se expresa el criterio de que la destitución del Presidente debió verificarse mediante la aplicación del artículo 82 de la Constitución. En este supuesto resulta evidente que el "quorum" no se logró, ya que las tres quintas partes del Congreso representan 284 diputados, número superior a los 238 votantes. Mas en la hipótesis de que el artículo constitucional aplicable fuera el 81, resultaría logrado por una superación de 8 votos(...)
Véase, pues, la trascendencia decisiva de las actas ilegítimas en este punto, que a su vez se refleja en la vida pública del país, pues no cabe olvidar que al Presidente de República corresponde la facultad de designar jefe de Gobierno. Es decir, que si en la ocasión referida no dispone el "Frente Popular" de aquellas cincuenta actas ilegales no hubiera podido deponer al Presidente. Más aún: ni siquiera precisa invocar la cifra de cincuenta actas. Hubiera bastado un fraude electoral de una docena de actas para que hubiera ocurrido el desenlace adverso para el "Frente Popular" que se deja apuntado.


Tras todo esto, resulta, cuando menos, curioso que en las primeras noticias publicadas (y enlazadas más arriba), sólo se hiciera referencia a las actas originales de las elecciones de 1936 por parte del periódico El País. Luego, sí hay una referencia más extensa, tras una entrevista que se tuvo con el historiador en cuestión (Jorge Fernández-Coppel).

Esperemos que se consiga publicar todo lo localizado, sin, nuevamente, mayores problemas.

Toda una vida

Como veo que la gente no se arranca para resolver el problema de las matemáticas rusas, y visto que hoy se cumple ya un mes, daré yo el primer paso para facilitar la resolución.

Total, es fácil, no se necesita ser miembro de este gobierno, y escritora famosa para aplicar correctamente algunas (ni siquiera todas) de las cuatro reglas. Sin embargo, haremos uso de las cuatro, para que resulte más pedagógico.

Los datos facilitados, que asumiremos como correctos, nos informan de una fecha de nacimiento y otra de defunción, ambas en dos formatos o calendarios vigentes entonces, el ruso y el occidental. Al tratarse de Tolstoi, utilizaremos en esta resolución el calendario ruso.

Como se nos pide el número de días, reduciremos los datos a esta unidad de tiempo; por tanto, a los años les aplicaremos un factor de conversión de 365, y a los meses, los días propios del mes de que se trate si disponemos de información que nos permita esta discriminación.

Vamos a ello, pues.

Tenemos que calcular los días entre el 28 de agosto de 1828 y el 7 de noviembre de 1910. Tal y como se sitúan los meses, tenemos ya que la edad es de 1.910-1.828= 82 años y pico. Veamos el pico.
Hasta el 28 de octubre tenemos 31 días de agosto y 30 de septiembre; total, 61 días. Desde este día hasta el 7 de noviembre, hay 3+7=10 días. El pico, pues, resulta ser de 71 días.

O sea, que tenemos 82 años y 71 días; es decir, 82 x 365 + 71 = 29.930 + 71 = 30.001 días.

Pero nos faltan los días correspondientes a los años bisiestos. Estos años se producen cada cuatro años, por tanto, y habiendo ya sido 1828 año bisiesto, tenemos 82 años a dividir entre 4, o sea, 20 y pico, es decir, 20 años bisiestos, es decir, 20 días más.

Por tanto, el total es de 30.001 + 20; en conclusión, 30.021 días.

Podemos hacer, como la escritora famosa, las cuentas al revés, o similar, utilizando como prueba y comprobación las fechas del calendario occidental. Esta parte, la dejo para mis amables lectores.

Naturalmente, el resultado no puede diferir, ya que, siendo el desfase o desplazamiento de fechas de 12 días (es decir, la diferencia entre el 28 de agosto y el 9 de septiembre), es matemático que si falleció un 7 de noviembre según el calendario ruso, ese día resultara ser, según el calendario occidental, un 19 de noviembre.

¡Ups! ¿Pero no había fallecido el día 20?

miércoles, 14 de enero de 2009

Supremas

Después de hacer un par de comentarios en los que figuraba Henry Ford, y por ende, la empresa por él fundada en Detroit, me entero de que hoy se cumplen 39 años de la última actuación como conjunto de Diana Ross and The Supremes, en el Frontier Hotel de Las Vegas, en Nevada, naturalmente, Estados Unidos de América (la imagen que acompaña al texto creo que nos ayudará a ubicarnos).

La relación, para el que no la conozca, es que The Supremes, y posteriormente, Diana Ross and The Supremes, era un grupo musical de tres chicas que grababa en el sello Motown, fundado precisamente hace 50 años y dos días, con el nombre de Tamla Records, justo en Detroit, cuna de los fabricantes de automóviles, de donde tomaría el nombre (Motor-town=Motown), siendo conocida como "The sound of young America".

Conocí, o mejor dicho, supe de The Supremes gracias a un programa de la entonces Radio 3, cuyo nombre ahora no recuerdo, pero que era conducido por Carlos Finaly y Fernando Argenta (si no me falla la memoria). Estamos hablando de hace casi treinta años, muy a principios de los 80 del pasado siglo, si en realidad no era a finales de los 70.

La primera canción que escuché de ellas creo recordar que era You can't hurry love, del año 1966, y luego, funcionando al revés, canciones de los dos años anteriores, Baby love, Stop! in the name of love y Where did our love go.

Finalmente, tres perlas de actuaciones grabadas en 1967, una por cada integrante del grupo, en blanco y negro, con decorados minimalistas y, sí, lo siento, en playback: The happening, Reflections y, por último, In and out of love.

Espero que hayáis disfrutado de la música, y bueno, también de los pasos de baile y de los peinados.

En dos palabras: in-correcto. ¡Bien!

Entre los regalos que me han dejado este año los Reyes Magos (todo libros, claro), figura el Diccionario políticamente incorrecto de Carlos Rodríguez Braun, el cual me he leído este fin de semana.

El libro en su conjunto resulta entretenido, jugoso, incisivo, inteligente, con sentido común y liberal, en resumen, total y absolutamente incorrecto.

[Un inciso: lo único triste del ejemplar, que no del libro, es que, aun siendo un regalo en este año 2009, se trata de la segunda edición... de febrero de 2005. Es decir, o les ha costado encontrarlo o llevaba tres años y medio esperando que lo encontraran]

Ya iremos poniendo en común varios de los lemas que se recogen en el Diccionario, pero puesto que nuestra cruZ nos lo ha puesto fácil (por no decir otra cosa), podemos empezar con un extracto de la letra E, de engañifa, embaucar, espeluznante, estupidez, et caetera.

Efecto invernadero. La declaración más reveladora y profética al respecto es la de Richard Benedick, presidente del National Institute for the Environment: «Es necesario un tratado climático a escala global incluso si no hay evidencia científica que apoye el efecto invernadero».

Empresa. Culpable.

Equidistancia. Vicio clásico de los enemigos de la libertad, es denunciada y superada con lentitud. Por ejemplo, pasaron años antes de que se observara la miseria moral de los nacionalistas vascos, que equiparan a la banda terrorista ETA con los partidos constitucionalistas españoles, PSOE y PP. Pero es frecuente oír que en el fondo da lo mismo Bush que Sadam Husein, o que los dirigentes israelíes y los palestinos son igualmente terroristas.

Esclavitud. Régimen inhumano del que se pretende que sólo fue aplicado por europeos y americanos, blancos, cristianos y capitalistas. En realidad, y para inmensa desazón de los mal llamados progresistas, resulta que europeos y americanos, blancos, cristianos y capitalistas no inventaron la esclavitud sino que la abolieron.
[Y añado yo: dándose la circunstancia de que en cierta época, los principales proveedores de esclavos a esos europeos cristianos, eran africanos, árabes o moros, y musulmanes]

Estado del Bienestar. Bienestar del Estado.

Eutanasia. Como nuestro tiempo idolatra a la juventud, lógicamente estipula que a los viejos y enfermos hay que matarlos suavemente. La explicación es el rechazo al sufrimiento y la pérdida de la autonomía y la dignidad. En realidad, lo que más avala este movimiento es que la vejez y la enfermedad representan la afloración de responsabilidades, la atención personal, la generosidad, la gratitud , la familia y todo lo que el colectivismo odia.

[Y acabamos justo con lo que no hace Carlos Rodríguez Braun, como hemos podido apreciar]

Experto. Cualquiera que les diga a políticos y grupos de presión lo que quieren oír.

Tras estas pinceladas, podéis leer un artículo suyo sobre la Constitución aprovechando su reciente trigésimo aniversario (y a través de él, podéis picotear más), o bien este otro artículo de hace un año justo.

martes, 13 de enero de 2009

Lo capital del capital

Tanto en la última anotación del año pasado, como hace pocos días, hice referencia al libro escrito por Henry Ford sobre Thomas Alva Edison.

En su primer capítulo "Cómo conocí a Edison", tras exponer lo narrado hace pocos días, narra la siguiente conversación, desarrollada en 1896, y, tratándose de los interlocutores, plenamente actual:

Hablamos aquel día cuando terminó la Asamblea y me hizo ir a New York con él.– Había un coche descubierto en el tren y Edison lo escogió: siempre prefiere un coche descubierto, y en nuestras excursiones en automóvil ocupa invariablemente el asiento delantero junto al chófer.–
(…)
La conversación de Edison aquel día versó principalmente sobre Míchigan y los primeros años de su vida allí.– Sus inventos parecían de un interés secundario para él.– En aquella época, Pingree, el pintoresco alcalde de Detroit, posteriormente gobernador de Míchigan, hablaba de la abolición del capital, etc., del modo general con que se hacía en aquellos tiempos y dada su posición y carácter firme, estaba provocando cierta agitación.– Edison vive de ordinario en el mundo creado por él, pero sabe siempre exactamente lo que está ocurriendo en el resto del mundo.– Estas teorías contra el capital lo irritaron.–
«¿Cómo pueden esperar obtener algo sin capital?», observó.– La observación me pareció inteligente–el capital no lo es todo, pero nada se puede emprender sin él.–
Algunos años antes, cuando trataba de extender el sistema de luz eléctrica por toda la nación, había experimentado Edison ciertas dificultades muy penosas y vió claramente que aquella agitación infundada contra el capital podía sólo diferir el progreso.–
Porque sin capital no podrían construirse las instalaciones, por lo que los beneficios de la distribución de la electricidad, tanto para la luz como para la energía, serían dilatados, y así la gente, haciéndose más pobres
(sic), no podría prosperar.–
Después de los años transcurridos, me sería imposible asegurar si fué entonces cuando Edison me dió su parecer sobre el capital; pero desde aquel tiempo me ha hablado frecuentemente sobre el mismo tema.– Sabe perfectamente los males que pueden acompañar al capital privado; pero cualesquiera que éstos sean, los considera infinitamente menores que los que podría acarrear el mal uso del capital público.–
En efecto, a menudo le he oído decir que si bien con el capital privado algunos pueden beneficiarse indebidamente, aun así, todos se benefician, porque, por lo menos, algo se hace y como la empresa tiene que sostenerse con sus fondos, el público, en fin de cuentas, sale beneficiado.– Pero con el capital público no tiene que hacerse necesariamente mucho, y, en general, no se hace. Algunos pueden beneficiarse, pero no el público.


Pues bien, errando por la Red el otro día, me acabé encontrando con un artículo de fondo de The Wall Street Journal del pasado día 2 de enero. El artículo se titula Treasury to Ford: Drop Dead, y de él transcribo los dos últimos párrafos.

Ford -- and for that matter Honda and Nissan and most others -- makes cars with American workers. President Bush justified the auto bailout in the name of saving jobs, but apparently GM's jobs are more valuable than others. And with the taxpayers now having a stake in GM and Chrysler success, the Washington temptation will be to take other steps to help the two companies gain market share at the expense of their private competitors. Never mind that Ford is still struggling and Toyota recently posted its first full-year loss in 70 years.

This is always what happens when politicians decide to muck around in private industry. Even when made with the best intentions, their policy decisions have unintended consequences that help some companies at the expense of others. Meanwhile, your neighbor who buys a GM SUV this weekend with 0% financing should thank you when he pulls into the driveway. He did it with your money.


Pues eso, with our money.

Quedar expuesto

Desde hace un tiempo, se han extendido las políticas de fidelización de clientes. Incluso El Corte Inglés tiene una tarjeta en relación con los departamentos de música, cine y videojuegos, y también tuvo en el supermercado (aunque ahora no sé si sigue con ella).

Sin embargo, ésta no es una práctica novedosa. Hace ya más de treinta años que se practicaba, al menos, aquí en Valencia, mediante el conocido Cupón Regalo Comercial.

Esta campaña de entonces, consistía, como ahora, en que según el volumen de compra, el establecimiento adherido te daba unos cupones, que debidamente adheridos (en este caso, en su acepción de pegados) en una libreta (pues de eso se trataba, de una verdadera libreta con no sé cuántas páginas para rellenar), se conseguía un acopio de "libretas al portador" canjeables en su momento por diversos regalos, valorados según una determinada escala.

En la base de datos de mi memoria, figura que el principal establecimiento proveedor de cupones en Requena era el supermercado Jócar (que, aunque ya no existe, resultó novedososo en su día pues la caja para pagar se situaba junto a la puerta de salida, habiendo otra puerta para la entrada -estamos hablando del entorno de 1970 y en un pueblo), y que la central de los cupones, en Valencia, estaba en la conocida como Finca de Hierro (nombre motivado por cuestiones que no vienen al caso, aunque tal vez en su momento hablemos de ello), y cuyo nombre oficial es Edificio Valencia.

En el caso concreto de mi familia, tras mucho tiempo de disciplina y dedicación, y capeando la crisis de entonces como se pudo (básicamente con sacrificio en el trabajo y en la calidad de vida, e imaginación en la cesta de la compra), se consiguió ahorrar el número suficiente de cartillas para conseguir completa una vajilla, y creo que también cristalería. Y como muestra, una bandejita.



Hace exactamente dos meses, visité una exposición organizada por el Ayuntamiento de Valencia, en la sala de exposiciones del edificio principal del mismo (antiguo Museo Paleontológico, para los de más edad, aunque sin llegar a tanta). La exposición tenía por título "Bombay Sapphire Design Exhibition, by Javier Mariscal", y entre los 50 objetos expuestos, se recogía una muestra de vasos de Duralex.

En la peana sobre la que se situaban los vasos, se encontraba un texto explicativo, supongo que del comisario/presentador de la exposición, c'est à dire, Javier Mariscal.

Tras leerlo, y recordando lo más arriba expuesto, yo, como soy de ciencias (versión de antes de la LOGSE, y parcialmente, incluso de antes de la EGB), he dado varias vueltas a la Finca de Hierro, mirándola por todos los lados.

Por fin, aunque bien arriba, he encontrado un par de triángulos rectángulos con sus correspondientes catetos, e hipotenusas, claro.



En resumen, los únicos catetos son los de las fotos,... junto con el redactor de la nota de la exposición. Y es que el título de aquella película, también de 1970, es plenamente vigente, aunque no precisamente aplicable al protagonista.