domingo, 8 de marzo de 2009

Quien busca, encuentra...

... aunque sea otra cosa.

Repasando mis notas en las que apunto posibles cosas a comentar en estas anotaciones, me he encontrado con una, que me ha inducido a buscar por si tuviera algo más de documentación.

En esta búsqueda, hasta ahora infructuosa, en cambio, he encontrado otra perla.

Volvemos a nuestro amigo Winston, y transcribo lo que figura en el ejemplar del libro del que ya hemos hecho uso en diversas ocasiones, del discurso pronunciado el día 28 de mayo de 1948 ante la Conferencia Unionista de Escocia, en Perth.


[Como todo el mundo sabe, Perth se encuentra en Australia, en concreto, en Australia Occidental; sin embargo, no hace falta preguntarse qué pintan los escoceses por allí, pues todo apunta a que este Perth del discurso es la forma abreviada de Perth y Kinross, cerca de Dundee y al norte de Edimburgo, todo, eso sí, en Escocia]

De momento, empezamos bien... claro.

Nos oprime una falacia mortal. El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la doctrina de la envidia.

Y sigue:

A menos que liberemos a nuestro país, mientras estemos a tiempo, de las doctrinas perversas del socialismo, no puede haber ninguna esperanza de recuperación. Esta isla no puede mantener a su población como una gran potencia. Los más activos y los más diestros emigrarán y nos quedaremos con un conjunto de funcionario del Estado dando vueltas alrededor de una inmensa masa de seres humanos preocupados, hambrientos y destrozados.

[Con este argumento, hay quien apunta maneras]

Seguimos:

Nuestro lugar en el mundo se perderá para siempre y no sólo desaparecerá nuestra dignidad como individuos, sino también nuestra independencia nacional. En el pasado, hemos apreciado esos privilegios adquiridos con tanto esfuerzo, pero toda esa estructura de obstinación e insensatez, levantada con fines partidistas y no nacionales, se debe analizar a la luz del hecho supremo y dominante de nuestra posición actual.

Y aunque nadie se lo crea, estaba hablando hace casi 61 años:

El gobierno socialista de Londres [o Madrid, ¿tal vez?] se ha vuelto dependiente de la generosidad del sistema capitalista de Estados Unidos. No nos estamos ganando la vida ni pagando lo que nos corresponde y el gobierno tampoco tiene muchas perspectivas de que podamos hacerlo en el futuro inmediato. Éste es un hecho terrible que cae implacable sobre todos nosotros.

Tras diversos comentarios (que no figuran en el libro), otra cuestión de actualidad:

Cuando estuve aquí hace dos años, la Asociación Unionista Escocesa me proporcionó una expresión muy elocuente que me impresionó mucho: «una democracia propietaria», que es un tema extenso y práctico para tratar. Ser propietarios de nuestra propia vivienda no es ningún delito. Ahorrar para alcanzar y mantener la independencia es una virtud. ¿Por qué no vamos a dejar claro que los inquilinos no sólo pueden comprar y pagar a plazos las viviendas construidas por empresas privadas (cuando eso se vuelva a permitir), con lo cual se convertirán en propietarios del bien raíz y del suelo, sino que también deberían tener derecho a adquirir a plazos las viviendas de protección oficial?

Y el discurso concluye lógicamente, y con lógica, con una conclusión:

He aquí un paso positivo que habría que dar, que contará con la oposición implacable del Partido Socialista, que quiere que todos sean arrendatarios del Estado

En resumen, el discurso es de 1948 y lo leemos en 2009 ¿o es al revés?

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