lunes, 2 de marzo de 2009

Un recuerdo deportivo

Hace ya más de treinta años, recuerdo que la liga de fútbol (al menos, la primera división), se jugaba los domingos por la tarde (salvo la U.D. Las Palmas, que en su campo jugaba los sábados por la noche). No había problemas para retransmitir un partido los domingos por la noche (creo recordar que a las ocho), salvo los estrictamente técnicos.

De hecho, en su momento, antes de empezar la retransmisión, aparecía en pantalla un cartel con una figura parecida a un "8", pero tumbado y perfilado con tres o cuatro líneas; junto a ella, la palabra conexión, nos informaba de que un amplio operativo (como se dice ahora) nos permitía ver el partido que se jugaba donde fuera, y que con cierta dedicación, se conseguía hacer llegar la señal a Prado del Rey (sede de la televisión; o en su día, al Paseo de la Habana - ambos en Madrid, claro), y de allí, se reenviaba a la Bola del Mundo, en la sierra de Guadarrama, cerca de Navacerrada, o sea, Cercedilla.

[Aquí tendría que venir una foto de la Bola del Mundo, pero como no la encuentro, pongo una de Siete Picos]

La técnica entonces no disponía de los micrófonos de ambiente, por lo que todo lo que se oía era la voz del comentarista. Y, por supuesto, era en blanco y negro.

Y en blanco y negro es también mi recuerdo del primer partido (y creo que único) que vi en un campo de fútbol, aunque sólo sea por tratarse de los colores del equipo local. Sería sobre el año 1970, naturalmente acompañaba a mi padre, y lógicamente era un partido del Sporting Club Requena. No sé contra quién era, ni en qué división militaba el equipo entonces. Lo que sí recuerdo era la cercanía al campo de juego (separado sólo por una valla metálica corrida, a lo largo del perímetro del campo), lo que me permitió algo que luego comentaré.

Ese campo de juego era de tierra, y lo que ahora se diría como "gol sur", lo recuerdo no ya como una continuación del terreno, sino como campo propiamente dicho, con sus árboles y todo, tal vez, incluso, con un pequeño terreno de huerta.

El campo de fútbol estaba al lado de la plaza de toros, y digo estaba porque ahora, naturalmente, se ha construido en esos terrenos. Otro mérito del campo de fútbol es que sirvió como helipuerto improvisado a finales de 1976 con motivo de la visita a Requena de los Reyes de España.

A lo que me refería más arriba, es que con motivo de la asistencia a ese partido me di cuenta de algo que la retransmisión por televisión entonces no me permitía saber: ¡los jugadores hablaban entre sí!

Estos recuerdos en blanco y negro, y con audio, simplemente vienen a cuento de que ayer domingo, asistí por primera vez a ver un partido de fútbol de primera división, al campo de Mestalla, en Valencia.

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