domingo, 5 de abril de 2009

Paseo adelante

Superando sin mayores problemas las obras referidas, continuamos nuestro avance por el eje de los Paseos de Recoletos y Castellana.

Al pasar por Colón pudimos apreciar, al lucir todavía el sol (y no como la noche anterior), que todavía están ahí tanto Cristóbal Colón como la bandera de España.

Tal vez sea porque algo más adelante, pudimos apreciar el monumento a la Constitución. Lo que me pasó por la cabeza al verlo de nuevo después de muchos años, es que la forma del monumento podría transmitir la idea de que la Constitución es algo hueco, falto de suficiente solidez.

Pero no, qué va, sería consecuencia de algún efecto óptico resultado de los juegos de luces y sombras del momento. El caso es que más adelante, junto a los Nuevos Ministerios, aunque en plena calle, pasamos junto a la estatua dedicada a Largo Caballero, la cual, a lo que se ve, no resulta afectada por la Ley de Desmemoria Histérica.




Pero bueno, al final, nos dejamos de estas cosas, y conseguimos ver algo más Real.

2 comentarios:

  1. Amigo Posodo:
    no sólo está la estatua de Largo Caballero en la arquería de Nuevos Ministerios, sino que justo a su lado se encuentra la de Indalecio Prieto. La razón es que estos eran presidente del gobierno y ministro de obras públicas cuando Secundino Zuazo comenzó la construcción de lo que pretendía ser "una ciudad administrativa dentro de la capital" según las palabras del mismo arquitecto.
    Por si te interesa te cuento que el gobierno de Indalecio Prieto puso en marcha un plan que data de unos años antes, el Anteproyecto del trazado viario y urbanización de Madrid, obra del mismo Zuazo y del urbanista berlinés Jansen. Hasta que no llegó la república no se pudo llevar a cabo este plan que pretendía, entre otras cosas, unir la red de ferrocarriles del norte con la del sur( lo que actualmente se llama el tunel de la risa).Para poder realizarlo se tuvo que expropiar los terrenos donde ahora se encuentran los Nuevos Miisterios y entonces estaban ocupados por el Hipódromo de Madrid, llamado Hipódromo Real(quizás fuera esa la verdadera causa). La guerra civil paralizó su construcción y hasta la década de los cincuenta no pudieron ser terminados, por supuesto por otro arquitecto, pues Secundino Zuazo no podía realizar obras públicas debido a que estaba en régimen de "depuración". De hecho, después de la guerra pasó una temporada confinado en la isla de Fuerteventura, como Unamuno. ¡Y pensar que ahora los alemanes se pirran por estar allí!
    Como ves, no sobran esas estatuas, sino que faltan otras muchas. Un abrazo
    GAVION

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  2. Gracias por la información, Gavión.
    Seguro que las estatuas están AHÍ por lo que comentas, pero tengo serias dudas de que ESTÉN precisamente por eso, y no por ser quienes políticamente eran y del partido que eran.
    Otra opción es verlo como, tal vez, la única estatua de un ministro de la dictadura de Primo de Rivera, mientras que no están permitidas ni la de su Presidente de Gobierno, ni la del hijo de éste, por ejemplo.

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