domingo, 5 de abril de 2009

Por un puñado de... euros

Una visita que no teníamos previsto hacer fue al Banco de España. Y, en realidad, no la hicimos.





Al pasar por delante del Banco, por la calle de Alcalá (no, nada de mirar nada; de hecho, creo que esta vez ni siquiera nos acercamos al Círculo de Bellas Artes [por cierto, ¿sabíais que cobran por entrar en la cafetería?, bueno, al menos eso es lo que nos pasó en uno de los viajes, y claro, no hemos repetido]); al pasar por delante del Banco, digo, vimos unas banderolas anunciando una exposición (“Diez años del euro en España”), y nos dijimos, «bueno, pues luego, esta tarde, con esta excusa, nos colamos dentro y vemos el edificio, que, dicen, está bien».

Y la tarde del sábado, después de comer, nos llegamos hasta el Banco de España.

Y entramos para ver la exposición.

Y vimos la exposición.

Y salimos de ver la exposición.

Ya está.

Conseguimos una entrada y un librito, cuya última página se titula “Créditos”,... pero no nos dieron nada. Y eso que había dos mesas en las que, en el hueco entre el tablero y el cristal que lo cubría, había una buena cantidad de billetes, en una (incluso unos cuantos de 500 euros, o eso parecían), y de monedas, en la otra.

Con lo de los diez años nos contaban cosas sucedidas en estos diez años: “Les invito a recorrer con nosotros la evolución de la sociedad española en los últimos diez años, a recordar momentos ilusionantes, como la Nochevieja de 2001, cuando todos deseábamos tener en nuestra manos los primeros euros, y a tratar de entender un poco mejor las profundas transformaciones que hemos vivido con el euro”, dice en una introducción el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez (se ve que ya empezaba a no ser tan Ángel como antes, y es que unos párrafos más arriba dice, prudente,“hablamos, pues de una historia de éxito, aunque este aniversario llegue en un contexto económico internacional muy complicado”).

La parte artística de la exposición estaba a cargo de un tal Ignasi Aballi: las obras y su explicación, en las imágenes escaneadas.



La verdad, creo que he conseguido que se dedique más tiempo a leer esta reseña que a ver la exposición.

Y del Banco, nada de nada. Estarían preparando algún otro tema que exponer al público, y claro, no sería cosa de molestarles.

1 comentario:

  1. Qué exposición tan mala. Las referencias de los éxitos del deporte español estaban plagadas de errores.
    Todavía no he descubierto la razón de dicha exposición, con el dineral que debió costra su montaje y apertura, cuatro personas atendiendo a los cuatro engañados que entramos.
    Un fiasco.

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