sábado, 6 de junio de 2009

A reflexionar

Este sábado es jornada de reflexión. Así pues, hagamos un recopilatorio de lo que tenemos hasta ahora.

En este diario, además de comentar diversas cosas, se han propuesto varias preguntas, problemas o cuestiones, para su solución por parte de los lectores que sean sumamente osados, tanto para leer este diario, como para interesarse por las preguntas.

Salvo error, el recopilatorio de ellas, es el siguiente:

Estrellas:
En la anotación que recordaba el nacimiento de George S. Patton, se decía:

Por cierto, sabiendo que cada estado de la Unión está representado por una estrella, y que hay cincuenta, ¿cuántas estrellas hay en la bandera de la famosa escena inicial? (¿qué pasa? ¿a nadie se le ha ocurrido contarlas?)



Días:
Hablando de unos libros soviéticos de matemáticas, se planteaba:

Bueno, pues expuesto todo esto, sólo queda por reseñar un ejemplo de matemática rusa.

Si consideramos que todos y cada uno de los días que transcurren tienen 24 horas (es decir, no hay ajustes de horarios de verano e invierno), y que la persona en cuestión nace justo al mediodía del día de su nacimiento y, también justo a mediodía, fallece el día de su fallecimiento (y no al revés, sea la geometría euclídea o no, y por muy aleatorias que resulten las variables), la pregunta es:

¿Cuántos días vivió el conde Lev Nikolayevich Tolstoi, sabiendo que nació el 28 de agosto de 1828 (o sea, el 9 de septiembre) y falleció el 7 de noviembre de 1910 (o sea, el 20 de noviembre)?


Cuestión que, recordada más tarde, tuvo el siguiente comentario de caragüevo:

“y hay una cosa que no entiendo ¿por qué para pasar a nuestro calendario se le suman 12 días a la fecha de nacimiento y 13 a la de defunción?”

Ajedrez:
En una anotación sobre un libro sobre ajedrez que utilizaba la figura de Sherlock Holmes, se planteaba una posición sobre el tablero, sobre la que se decía:

De hecho, así es en el ejemplo con el que, en la nota previa, ilustra este procedimiento de deducción, y que se acompaña. En la partida en la que se ha alcanzado la posición de la imagen, no ha coronado ningún peón.

¿O sí?


Series lógicas:
En una de las anotaciones con las que se comenta la novela Los crímenes de Oxford se dice de una serie que se refleja en el libro, y de otra:

Pues bien, la serie es la que se acompaña aquí al lado (pág. 37).

Mientras se intentaba resolver, mi padre propuso otra serie:

2 – 10 – 12 – 16 – 17 – 18 – 19


Pues eso, a reflexionar.

6 comentarios:

  1. ¡Anda!, esta anotación se me había pasado...

    Pero la pregunta que propones está chupada: la serie es fácil: 1, 2, 3 (reflejados en un espejo) así que dibuja un cuatro normal y otro mirando al primero, y ya tienes el cuarto elemento.

    Me han dejado un pincho para internet que va lento como un gamusino escayolado, pero aún llegué a tiempo para ser la primera en responder :-)))

    En cuanto a la serie propuesta por tu padre... Ufff, pelín peliagudilla. Voy a pensar, one momentillo...

    Un rato después:

    Bueno, necesitaré más de un momentillo. Pero ¡volveré! Y traeré la solución conmigo o te pediré una indemnización por daños y perjuicios a mi cerebro.

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  2. Bien, bien. Eres la primera y además, con la respuesta correcta.
    Lo que sí es una ironía, es que, precisamente tú, no hayas resuelto la otra serie planteada (y esto, es una pista, críptica, si quieres, pero lo es).
    Si lo prefieres, en cambio, pásate al ajedrez (aunque en el libro es protagonista Holmes, no hay crímenes; lo siento).

    Iré pensando el premio (la piruleta famosa es poco para ti).

    Un saludo.

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  3. ¿Precisamente yo? ¿Es que no hay relación matemática?

    Pues como no seas un poco menos críptico...

    Ten en cuenta que soy la única que participa siempre en tus jueguecitos, así que merezco la pista. A cambio de ella, te perdono la piruleta.

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  4. ¿Eres profesora de lengua y literatura, no?
    Pues deja las matemáticas, y aplícate a las letras.

    (Y si juntas las letras y los números, pásate a la pregunta de ajedrez, venga, porfa.)

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  5. Sí, ya…, cuando escribiste "Lo que sí es una ironía, es que, precisamente tú, no hayas resuelto la otra serie planteada" imaginé que iba más por las letras que por las ciencias (de hecho intenté algún apaño alfabético que no dio resultado), pero como no veía por dónde iban los tiros, te pedí la pista, con la cual vuelves a remitirme a lo que ya sabía: que va más por las letras que por las ciencias. De modo que sigo igual de ciega. Lo único que se me ha ocurrido es que todos los números empiezan por d, con lo cual el siguiente número de la serie sería 200.

    Respecto a tu petición de pasar al tablero ajedrecístico…, hay muchas cosas en este mundo de las que no tengo ni pajolera idea. Una de ellas es el ajedrez (aunque sólo he jugado una partida en toda mi vida y la gané…, claro que mi oponente era un niño de 10 años). Así que, siento no poder atender tu porfa, pero intentar dar una respuesta a la pregunta que planteas sobre el peón sería como pretender convertir lo irrealizable en realidad absoluta y palpable, lo cual queda fuera de mis capacidades…  Sorry, pues.

    No me he ganado la piruleta, buaaaaaa.

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  6. Mira, le ganaste a un niño de 10 años (tampoco has dicho tu edad en aquel entonces, lo cual no es decir nada), ¿y te has dado cuenta de que el 10 figura en la serie?
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    Pues sí, te has ganado la piruleta: ésa es la clave, es la serie de los números que (en español, claro), empiezan con al letra 'd'.
    Enhorabuena a la ganadora, y aún quedan problemas por resolver.
    Un saludo.

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