viernes, 3 de julio de 2009

Unas frescas notas musicales. Las partes son el todo

La parte I del concierto era clásica. Quiero decir que la obra, el Concierto para trompeta y orquesta en Mi bemol mayor de Joseph Haydn, fue interpretada por la Orquesta, siendo solista Patricio Soler Pérez.

Resulta curioso que en una ocasión en la que se destaca el carácter juvenil de los intérpretes, no se mencione el año de nacimiento ni del director ni del solista, de quien sí se dice, tiernamente, que “va començar els estudis musicals sota [bajo] la tutela de sa mare”. Es solista en esta Orquesta desde 2006; y en enero de 2007 fue seleccionado para la Jeunessses Musicales World Orchestra.

La parte II era la más moderna. La obra que se interpretaba era una selección de Los planetas, de Gustav Holst, en concreto, Marte, Venus, Mercurio y Júpiter. Lo “moderno” no consistió en la obra en sí, sino en cómo se presentó: durante la interpretación se proyectaba un montaje de imágenes astronómicas, obra de José Francisco Salgado, astrónomo y “visualizador científico” (?) del Planetari Adler de Chicago. Como se expresa en otro folleto al efecto, “utilitza els seus coneixements en educació astronòmica i arts visuals per crear treballs multimèdia que comuniquen la ciència de forma atractiva”.

Esta segunda parte tenía un motivo especial y es que con ella se celebraba el Año Internacional de la Astronomía (400 años de las primeras observaciones hechas, por Galileo, con un telescopio), y más cercanamente, el centenario del Observatori Astronómico de la Universidad de Valencia, en su momento, instalado en el mismo edificio.

El folleto “astronómico” finaliza diciéndonos que “amb aquest espectacle músic i sonor, invitem el públic a realitzar un viatge pels planetes del sistema solar; en definitiva, posem l’Univers a les postres mans”.

Así, pues, escuchemos, un poco, a Marte,…



veamos a Júpiter,… y aplaudamos.

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