lunes, 31 de agosto de 2009

Pleno en el kiosco

Este domingo, en el kiosco observé, al intentar acercarme al mostrador abriéndome un camino entre todo lo que estaba expuesto, que ya había comenzado la campaña de septiembre de lanzamiento de coleccionables de kiosco. Me llamó la atención dos de ellos, no sé si intencionadamente colocados juntos por el kiosquero, aunque al no ser mi kiosco habitual me dio reparo hacer una foto, debiéndome remitir a las páginas de Internet de los editores.

Si no recuerdo mal, un domingo por la noche se emitió, hace treintaytantos, el episodio piloto de una atípica serie “del oeste”: en ese episodio le pasaba de todo, incluso un incendio nocturno en la pradera, a una familia en su camino a una tierra de promisión en el oeste. Hubo quien creyó que ya no les podía pasar más cosas, pero entonces, la tarde de los domingos,… empezó la serie propiamente dicha: “La casa de la pradera”. La sucesión de desdichas que se cebaban sobre la familia, a pesar de sus sonrisas, hizo que la serie fuera conocida como “La casa de la llorera”.

Por otro lado, es reconocido que Mario Moreno creó un arquetipo a través de su personaje de “Cantinflas” como persona con ideas estrambóticas, con facilidad para generar grandes líos, y con una capacidad casi cósmica para construir discursos en los que convincentemente… no decía nada.

Pues bien, estas dos series son las que me encontré en el kiosco.



Numerosas veces, en Madrid, al bajar por la Carrera de San Jerónimo, por la acera de la derecha, me quedaba con la duda de saber qué se ofrecía en una tienda que hay a la altura de la ampliación del Congreso. Como siempre estaba cerrada (suelo hacer los viajes en fin de semana) no he podido entrar. Sin embargo, ahora sospecho que parte de los productos la distribuyen este año a través de los kioscos. ¡Ah!, el establecimiento se llama “La tienda del Congreso”.

“La que se nos viene encima. ¡Corre, corre!”

No hay comentarios:

Publicar un comentario