lunes, 12 de octubre de 2009

Per a ofrenar. I: Hablando se entiende la gente

Como ya comenté, el pasado nueve de octubre se celebró el Día de la Comunidad Valenciana. Y como ya dijo Esteban González, no el pícaro literario, sino el político, que la fiesta terminaba a las cuatro de la tarde, aunque con un poco más de tiempo, procedamos.

En su día, no recuerdo si mediante distribución junto con los periódicos o por correo a los censados, me llegó un ejemplar del Estatuto de 1982, y hace unos años, del Estatuto, ‘inexcusablemente’ reformado, de 2006.



Puede observarse lo escueto del Preámbulo del Estatuto del 82, cuyo objeto principal era conjugar las “sensibilidades” de los partidarios del Reino de Valencia y de los del País Valenciano. Por el contrario, el Preámbulo del 2006 son tres páginas a doble columna, de las que dispenso a los lectores de estas líneas. No obstante, y como naturalmente, esas tres páginas tienen sus perlas, ya iremos haciendo el collar poco a poco.

La perla de esta primera entrega (sí, pretendo que haya más, lo siento) será el idioma.

Como en general se sabe, en zonas de la actual Comunidad Valenciana se habla el valenciano, que algunos llaman catalán. No voy a entrar en esta disputa, para la que no dispongo de conocimientos, aunque recordaré que en la Real Academia Española (esto es, la de la Lengua), a principios del siglo XX hubo una plaza que ocupó el Padre Fullana, no por el idioma catalán, sino por el valenciano. Lo que diga ahora la Academia, ya no lo sé, ni me importa en demasía, sobre todo desde que están, al alimón, Cebrián y Anson, Anson y Cebrián, con o sin tilde (el acento ya lo he puesto).

Un primer comentario es el estilo: el texto está lleno de “valencianos y valencianas” hasta llegar al ridículo; por ejemplo, “El Título II está referido a los derechos de los valencianos y valencianas y en sus artículos determina que las valencianas y valencianos, en su condición de ciudadanos españoles y europeos…”: primero al derecho, luego al revés, y acaban olvidándose de las ciudadanas españolas y europeas. Ni siquiera cuando hacen mal las cosas, las saben hacer mal.

Y ahora, en serio.
El botón de muestra: “se reseña en el idioma valenciano el nombre de todas las instituciones valencianas para que sean utilizadas así, tanto cuando se escriba o se hable en valenciano como en castellano”. Esto se dice en el Preámbulo (y se constata en el articulado), que como tantas veces se ha dicho, inspira el cuerpo general de la Ley. Es decir, en determinados casos, pretenden impedirnos un idioma.

El espíritu profundo, en el Preámbulo y en el artículo 6: “La lengua propia de la Comunitat [sic] Valenciana es el valenciano”. Y a los demás, que les den. De un plumazo han declarado “fuera de la ley” extensas comarcas de Valencia y Alicante que hasta la constitución de las provincias en 1831 (más o menos) formaban parte de la Corona de Castilla, no de Aragón, y hablaban (y hablan) en español (ahora, castellano).

En las imágenes que se adjuntan se observa cómo se mezclan los términos “oficiales” en valenciano dentro de un texto en español, mientras que, como demostración de dónde está la intolerancia, se dice, en el texto en valenciano “Espanya” en vez de “España”.



Hace unas semanas se me preguntó en el Ayuntamiento de Valencia que por qué había redactado un texto en español, y no en valenciano, tal y como figuraba en el modelo que me habían hecho llegar. Contesté que así tenía que corregir menos, y que exigírmelo en determinado idioma era anticonstitucional. “¡Anticonstitucional!” se me respondió, dando a entender que era un exagerado. De momento, sólo eso.

¡Ah, que se me olvidaba! El impulsor de este nuevo Estatuto reformado fue Francisco Camps Ortiz, sí, el del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, sí ése Partido Popular que en su época hablaba de España (aunque hace ya un tiempo que eso les resulta un ‘coñazo’).

Y sí, en el Ayuntamiento de Valencia también gobierna el Partido Popular.

P.D.: Y si algún malpensado cree que esta anotación se ha publicado después de la de las partidas simultáneas de ajedrez, buscándole una segunda intención en los actos del Partido Popular,… tiene toda la razón.

Como no llegó a decir Hayek: “Nacionalistas de todos los partidos”

Post P.D.: Aprovecho este tema, para trasladar un saludo, dentro de esta blogosfera, a elentir y a D45, quienes en Galicia también padecen un similar Partido Popular.

4 comentarios:

  1. Al final resulta que, a pesar del tráfico, el ruido, la contaminación, las zanjas y las incontables manifestaciones procedentes de toda España y en todos los idiomas, voy a tener una suerte inmensa por vivir donde vivo... ¡Y que nadie me mente a Gallardón!, que muerdo... ;-). Tenemos a Espe y vamos sobrados.

    Aquí sólo tenemos un idioma (¡qué incultos somos!, ¿no?) pero nos entendemos muy bien con él y, sobre todo, no me veo en la tesitura de tener que morder (de nuevo..., qué perruna estoy hoy) al primer funcionario que venga a preguntarme por qué relleno esto o lo otro en español.

    ¿Aún crees que sembrando estas pequeñas semillitas se puede cambiar algo? Yo sigo siendo tan pesimista... :-(

    Saludos.

    S. Cid, o sea, una miembra del Estado español que aún es jóvena ;-)

    ResponderEliminar
  2. Habrás podido observar por las anotaciones del diario que en cuanto tenemos una excusa (y podemos materializarla), a donde vamos es a Madrid.
    Sí que se puede, y no me seas pesimista, mujer, así seguirás siendo 'jóvena', no para cambiar, sino para arreglar (recuerda mi anotación de noviembre pasado).

    ResponderEliminar
  3. Pues yo, en mis escritos pongo Generalidad Valenciana y Consejería de tal o Pascual y no me dicen nada. Será que no los leen.
    El tío Paco está ido, Rafa Blasco, que es más listo que el hambre, se salió de todo este fregado antes de entrar y ahora le piden ayuda, ja, ja.
    El tío Paco está muerto y mo se ha enterado, y lo pasean por ahí como al Cid. Ahora que los que van en el cortejo tampoco es que gocen de muy buena salud, pero eso sí, vivos si que son, unos vivos.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por la mención y el enlace, Posodo. ;-)

    ResponderEliminar