martes, 6 de abril de 2010

El enchufe es necesario para la corriente

Corrían ya no sé qué años, pero en todo caso, todavía el innombrable pisaba la faz de este mundo en vez de sobrevolarla, cuando yo, tan contento, esperaba que llegara el jueves, día en el que se ponía a la venta Pulgarcito, una de las revistas insignia de Bruguera.

Tampoco recuerdo si era en Pulgarcito, o en DDT, tal vez Tío Vivo y no creo que fuera en Mortadelo; en todo caso, Bruguera publicaba las historietas creadas por Segura sobre “Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón”.



Una, por no decir en este momento, única, de las historietas que recuerdo mostraba el habitual enfrentamiento del Sr. Alcorcón con Pepón, su cuñado, a cuenta de su característica holgazanería/holganza. En esta ocasión, Pepón se ve motivado para hacer algo, consiguiendo que su cuñado se sienta maravillado, asombrado, extasiado (y en última instancia, interesado), porque Pepón ha conseguido inventar… ¡el coche eléctrico! ¡Y funciona!

De esta manera se conseguía superar la dependencia de los coches del motor de combustión interna gracias a derivados del petróleo (como el conducido por Louis Renault el día de Nochebuena de 1898 en la Place du Tertre, en pleno Montmatre parisino), y se abría un mundo de posibilidades al vehículo eléctrico (como el que recarga en una calle de Florencia el día de la Pascua de Resurrección de 2008).

El problema que se encontró Pepón era el de la autonomía del vehículo: no en cuanto al tiempo de funcionamiento del motor, sino en cuanto al recorrido posible… el del cable que le conectaba al enchufe de la red.

Sin embargo, el problema del enchufe ya parece haber sido resuelto, y podemos continuar con la historieta.

Nota: he confirmado en El rincón de la desconexión, que era en Tío Vivo.

Créditos:
Foto del traslado de la estatua, de EFE (de Biel Aliño), tomada de Libertad Digital.
Portada del libro Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón, del blog Clásicos del humor.
Viñeta de la serie, del blog El rincón de la desconexión.
Foto de la placa conmemorativa del primer coche Renault en la Place du Tertre, en París, de septiembre de 2008, del hermano del autor.
Foto de un vehículo eléctrico recargando, en Florencia, de marzo de 2008, del autor.

1 comentario:

  1. Por ahí he leído u oído que cada coche eléctrico de esos de los que habla ZP que se venda le va a costar al contribuyente siete mil u ocho mil euros...

    Mira que a mí me impacienta lo del coche eléctrico: si fuera verdad que se fabricaran de manera que fueran asequibles a nuestros bolsillos, con autonomía y potencia suficiente y con la posibilidad de repostar allá donde fueres... sería el golpe a la contaminación y, sobre todo, al negocio petrolífero de los países árabes. Pero..., de momento no lo es, está claro, y que ZP venga con gilitonteces de éstas... y encima en plan: esto es una de mis medidas para paliar la crisis...

    Buah, si es que se te quitan las ganas hasta de ser ecológica (que no ecologista) ;-)

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