domingo, 17 de julio de 2011

Al cuerno… ¿de la abundancia?

La silueta del continente africano permite imaginar, en su zona oriental, la forma de un cuerno, tal vez más de un rinoceronte que de un toro bravo, lógicamente, pero cuerno al fin.

En dicho ‘cuerno’ se encuentra el todavía país de Somalia.

Según Exteriores, los crímenes violentos son comunes y el secuestro y el robo son un problema en la mayor parte del país, en especial, en la que región donde está enclavada la capital, Mogadiscio”. Este era inicio de la noticia publicada por Libertad Digital tal vez el 26 de diciembre de 2007, aunque también figura en la cabecera la fecha de casi un año después, el 26 de noviembre de 2008, en un ejemplo, quizás, de que la situación no había cambiado mucho en el país.

Estos ‘problemas’ también se trasladan al Mar Rojo y al Océano Índico, en forma de acciones de piratas que tienen en Somalia su isla de la Tortuga actualizada. Aunque en su época dicha isla sí fue de vez en cuando atacada por las marinas ‘formales’ de los países afectados, en esta ocasión, se limitan a patrullar e intentar evitar los ataques piratas, cosa que en general consiguen, pero en ocasiones, no.

Todo lo anterior, hay que reconocerlo, no deja de ser un conjunto de prejuicios, ya que, como se pudo leer hace casi un mes en el mismo medio de comunicación:
Somalia crece y se desarrolla en medio de la anarquía.
Somalia no tiene gobierno desde 1991. El país ha registrado un desarrollo económico y social superior a cuando existía un Estado formal.


Se puede observar en la tabla que se incluye en el artículo, por ejemplo, que el número de televisores ha crecido de 1,2 a 3,7 por mil, en el periodo estudiado. La influencia del pasado Mundial de fútbol queda, por tanto, fuera del estudio.

El artículo resulta interesante. Tal vez más de que cabría esperar por su autor y su editor. No ya sólo por lo que dice, sino por lo que no dice.

Por ejemplo, salvo error, en un artículo publicado en junio de 2011 sobre la situación político-socio-económica de Somalia, no se menciona ni una sola vez la palabra ‘pirata’. Tal vez es que hayan desaparecido, y no nos hayamos enterado.

También resulta curiosa la publicación en 2011 para mostrar conclusiones epatantes, de un artículo cuyas principales referencias son estudios de 2007 (sobre datos de 2005), o de 2008, como el de Albert Esplugas (del que bebe intensamente el artículo actual).

Y, sin embargo, desde hace algunas décadas un número creciente de pensadores sociales han venido defendiendo la idea de la "Anarquía ordenada", es decir, que una sociedad puede funcionar razonablemente bien en ausencia de gobierno; o mejor dicho, que podría funcionar mejor que en presencia de gobiernos ineficientes.

Vamos a ver, la “ausencia de gobierno” es una cosa, y los “gobiernos ineficientes” son otra. Y no se pueden comparar entre sí porque son conceptos distintos, aunque si a lo que vamos es a los resultados, entonces podría discutirse muchas cosas. Por ejemplo, ante un gobierno ineficiente (cosa decidida por los que saben de eso, claro), derrocarlo y dejarnos sin gobierno (a los que no sabemos de eso, claro), ya que se funcionaría “razonablemente bien”. Como yo soy de los que no saben de eso, claro, tampoco sé cuál sería la forma de, una vez sin gobierno, conseguir un gobierno eficiente (si los que saben, permiten que tal cosa suceda).

Resumiendo que se hace tarde: el artículo de marras me ha venido a la memoria porque, dado lo limitado del periodo de tiempo de estudio (¡ay, las fuentes!), no sé en qué párrafo, o indicador (económico, claro), figuraría la denuncia del representante del Vaticano en la zona, Monseñor Giorgio Bertin del “más grande desastre humanitario del mundo”… en Somalia, claro. Aunque tal vez, a Monseñor simplemente… lo envíen al cuerno, por molestar.

Y es que mientras se discuten las teorías económicas… las hienas ríen.

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