viernes, 12 de agosto de 2011

La enseñanza, ¿parada?

Hace poco más de un año traía a estas páginas una breve excursión por el mundo de las históricas colecciones de libros en rústica. Entre ellas, mencionaba Libro Clásico, de Bruguera, cuyo propósito, decía, era “poner «al alcance de todo lector de lengua castellana las grandes obras de la literatura universal, los autores eternos, los modelos que no han perdido ni perderán vigencia»”.

Una característica de esta colección era que contaba con una especie de Consejo de Redacción, o colaboradores, más en general, para la preparación de las ediciones, estudios preliminares, y todo lo que pudiera mejorar la edición de la obra clásica de que se tratara. Una cosa curiosa, vista cuarenta años después, es la relación de dichos colaboradores.

Existe al principio de uno de los libros de la colección una relación de los mismos, siendo 25 en total, incluyendo la persona que dirige la publicación de la colección, y la persona que desempeña la Secretaría de Redacción.

De esas 25 personas, 10 son profesores de Universidad, y de ellos, 3 son, además, profesores de Institutos Nacionales de Bachillerato, o de Enseñanza Media, que se decía entonces. Hay otros cuatro licenciados o escritores, sin vinculación con la docencia.

Los once restantes, también docentes, formaban parte del cuerpo de profesores (Catedráticos o no) de los referidos Institutos Nacionales de Enseñanza Media. Es decir, que de veinticinco, catorce estaban en la docencia de la entonces Enseñanza Media en España (los Institutos eran ‘Nacionales’).

Tal vez sea ésta una forma de ver cómo los antiguos INEM han acabado en el actual INEM.

Créditos:
Contraportada de un ejemplar de la colección Libro Clásico, de la entonces Editorial Bruguera.

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