viernes, 18 de mayo de 2012

Carpe Horatium

Quintus Horatius Flaccus, o sea, Horacio, fue un poeta latino, a caballo entre el final de la República y el inicio del Imperio, introductor de temas filosófico-literarios como el Beatus ille o el Carpe diem.

Acuérdate de conservar en los acontecimientos graves la mente serena.

Apresúrate siempre hacia la solución.

El placer que acompaña al trabajo pone en olvido a la fatiga.

El hombre avaricioso está lleno de temores, y quien vive con temor será siempre un siervo.

En los trances duros y lo mismo en la bonanza mantente siempre con ánimo sosegado.

Gobierna tu mente, o ella te gobernará a ti.

La conciencia es como un vaso, si no está limpio ensuciará todo lo que se eche en él.

La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, muy estrecho nos oprime.

La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera.

Quien mucho promete mina la confianza en él.

Fugit irreparabile tempos (El tiempo huye de modo irreparable).

Beatus ille (...) solutus omni fenore (Dichoso aquél […] libre de toda deuda).

Como se ve, en su obra se pueden encontrar frases o expresiones que muestran lo actual que él es, o bien, lo poco que ha cambiado la sociedad, aunque a veces, sí suena algo antiguo:
Dulce et decorum est pro patria mori (Dulce y honorable es morir por la patria).

Tal vez por eso, por ser demasiado actual, ha molestado a alguien, y se ha decidido terminar con Horacio. El problema es que el afectado es…


… el Horacio de Miami.

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