lunes, 3 de septiembre de 2012

Hay clases y clases

Hoy es el regreso a la actividad escolar, sea en forma de preparar la organización para el nuevo curso, sea en la de recuperar asignaturas ahora en septiembre.

La duda que, cada vez vez más, se aprecia en este mundo escolar es:


¿sigue habiendo alumnos capaces de reconocer lo que los maestros hacen de bueno en ellos?
¿sigue habiendo maestros merecedores de que sus alumnos los recuerden (bien) cuando sean adultos?
¿hay maestros y alumnos en esta clase?

¿O la sociedad, en su conjunto, ha conseguido que esta clase esté vacía?

3 comentarios:

  1. Escuché en una ocasión que al generalizar es fácil faltar tanto a la caridad como a la justicia, así que procuro no caer en ello, aunque a veces no es fácil, cuando uno intenta hablar de un cierto colectivo, como lo que planteas, por ejemplo.
    Dolorosa pregunta, y quizá, como parte implicada, no soy la más apropiada para intentar responderla. Pero también por afectarme me resulta un tema especialmente doloroso y, sin duda, una pregunta repetida en muchos exámenes... de conciencia.
    Daría para filosofar... una larga sentada... o paseada.., así que no me enrollo... que me conozco.
    Resumiré diciendo que "hay de todo". Yo conozco a profes que trabajan mucho y bien, y otros que no entiendo cómo han llegado a un aula.., y menos cómo siguen ahí, cometiendo faltas de ortografía básicas (no erratas, que se nos escapan a cualquiera) o disparates matemáticos que te ponen los pelos de punta... Incluso "con alevosía", porque no son capaces de rectificar cuando un alumno les intenta hacer ver el error. Tengo también la desgracia de haber presenciado cómo "maestros" sueltan verdaderas barbaridades (tan soeces que me han escandalizado a mí) mientras otros le ríen la supuesta gracia... ¡incluso delante de alumnos!
    Por otro lado, también conozco (y los he sufrido) alumnos que te dicen, con todo descaro, "eso no es así", interrumpiendo una explicación. O el clásico "no lo entiendo", ahora convertido en "no lo sabes explicar", sin haberse parado a pensar primero (¡qué cosas tengo!, ¿verdad? Pretender que piensen...). Junto a padres que le dan al razón al niño (que no ha hecho los deberes durante todo el trimestre, de modo que no le ha dado ninguna oportunidad al concepto correspondiente) porque las fracciones, o el álgebra..., -o lo que toque en ese momento- "es muy difícil y no le entra".
    Como, en el fondo, soy una romántica, me consuela cuando te llega algún buen alumno (que alguno, por suerte, también hay), que te pregunta con interés, ¡que quiere aprender!
    Y ¡el súmmum! cuando, al cabo de unos años te encuentras a uno de ellos y te dice "todavía recuerdo cuando...". O "llegué a tal curso y no sabían tal cosa y yo dije 'pues a mí me lo explicó tal y me enteré perfectamente, y todavía me acuerdo'...
    Eso sí que no tiene precio...
    Besos.

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  2. Completamente de acuerdo con los dos.
    Y he de decir que vaya coincidencia que hayas escogido esta peli porque hace un par de meses la vi, creo que hace un par de meses, ya he perdido la noción del tiempo, pero bueno, eso no importa. Una peli muy buena donde se ve todo lo que estáis diciendo. :-)

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  3. Yo es que estoy tan cansada de esto y tan decepcionada, que prefiero no hablar de ello; porque si me pusiera a perorar acerca de la cuestión, ello me llevaría a tener que pensar sobre el asunto, y ya se sabe que ojos que no ven... Casi que prefiero dejarme llevar por la vida y no plantearme la cosa.

    Y es que la cosa (la educación en España) es el gran timo, y yo formo parte de él. Vivir con ello en la cabeza es difícil (muy, muy difícil, creedme) así que mejor no pensarlo.

    Aunque..., en realidad..., ¿esto es honrado?

    Uffff, ya estoy con la neura otra vez. Si es que, Posodo..., si es que...

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