lunes, 12 de noviembre de 2012

Bienvenidas sean las alternativas

En su momento clamé ante la falta de espacio para poder colocar adecuadamente los libros que adquirí en Londres, aunque varios de ellos me mostraron lugares que podían cumplir tal propósito.

Sin embargo, en el mismo viaje pudimos ver un par de sitios que parecían ofrecer acomodo, aunque es cierto que no preguntamos.

Uno es el Hotel Savoy, directamente en su vestíbulo de entrada.




El otro no tiene nada que ver: se trata de un ‘sandwich bar’ con comida para llevar, de idiosincrasia libanés-mediterránea, en Earl’s Court Road.

Y el caso es que no tenía por qué irme tan lejos, pues esta pasada semana la persiana recién decorada me ha recordado que también dispone de biblioteca una peluquería cercana a casa.

(Y encima, mientras preparaba esta anotación, S.Cid ha publicado otra haciendo referencia a una curiosa iniciativa artística y de planteamiento sobre ‘mini-bibliotecas’, de la que nos informó ayer Ana Laura en su diario.)

Créditos:
Fotografías de las bibliotecas mencionadas, reales o pintadas, de septiembre y noviembre de 2012, del autor.

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