domingo, 2 de diciembre de 2012

Caminante, no hay camino, sino teatro

Las posibilidades, pues, para llegar a la creación de un Teatro Universitario que llevara a nuestros clásicos al pueblo de donde brotaron, eran favorables. (…)
Traduzco en parte lo que cuenta Marcelle Auclair del «parto» de la Barraca. Parece ser que el día 2 de noviembre de 1931, Federico llegó con gran excitación a casa de los Morla (los Morla constituían un matrimonio encantador que ya no existe; él trabajaba en la embajada de Chile, en Madrid; ella era Bebé, que cantaba con voz de ángel). Para salvar al teatro español, lo primero que hay que darle es un público –dijo Federico–. Ese público existe ya: es el pueblo, se le presentarán obras de Calderón, de Lope, de Cervantes, etc, pero también obras de noveles que valgan la pena. Se llamará la Barraca y será montable y desmontable, irá por villas y lugares, sobre todos los caminos del mundo, porque el público está en cualquier camino, al final de cualquier jornada de camino. Y si es verdad que se hace camino al andar, nosotros vamos a hacer al público en el camino; el tablado se montará incluso en los pueblos más humildes y mantendrá, en cierta medida, la tradición de los viejos comediantes ambulantes.

En aquellos tiempos de la UCD, hubo en la llamada Radio 3 (antes, ‘el tercer programa de Radio Nacional’) un programa que se emitía a lo largo de las mañanas, sobre temas culturales, que tomó su nombre del grupo de teatro “La Barraca”, fundado por Federico [García Lorca, claro], llamándose La Barraca del tercero.

Un día del verano de 1981, no sé cómo, porque la FM apenas se escuchaba en Requena, se alcanzó a oír parte de una relación de palabras, cuya definición era el objeto del concurso de ese día. En ese momento, yo no estaba en casa, pero mis hermanos sí, y al regresar, me pasaron la lista, avisándome de que algunas palabras no habían alcanzado a entenderlas. Yo, ni corto ni perezoso, llamé al programa para preguntar por ellas, encontrándome tres cosas totalmente inesperadas: la primera, que no comunicaban, y pudieron atenderme; la segunda, que en vez de responder a mi pregunta, me pasaron directamente al programa.


La tercera, que agradezco, fue que me dieron el premio.

Y el premio consistía en un ejemplar de la obra de Luis Sáenz de la Calzada sobre el teatro universitario de Federico García Lorca, escrita en su calidad de integrante del mismo, con las firmas de los integrantes del programa, equipo que encabezaba Manolo Ferreras.

En el libro figura como fecha clave, el 2 de noviembre de 1931; sin embargo he leído en otros sitios que fue el día 2 de diciembre. Tal vez se trate de momentos distintos, aunque ambos importantes para el inicio del grupo de teatro. Total, ¿qué más da?  Hace algo más de treinta años del programa de radio, y algo más de ochenta de ese momento inicial.

Eso sí, los clásicos siguen siendo clásicos… aunque ahora apenas se representen.

Créditos:
Imagen de sobrecubierta y extracto del Capítulo 2 El porqué de la Barraca, de la obra de Luis Sáenz de la Calzada “La Barraca”. Teatro Universitario, tomados de la publicación, como número 29 en la colección Biblioteca de la Revista de Occidente, por Revista de Occidente, en 1976 (pág. 43)
Imagen de la página de título con firmas del equipo del programa radiofónico La Barraca del tercero, emitido entonces en Radio 3, en agosto de 1981, del ejemplar del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario