martes, 13 de agosto de 2013

Estoy pensando que...

Hace tiempo comenté por aquí el interesante control sobre nosotros, luego convertido en control por nosotros.

Estos días se ha vuelto a hablar del interés foráneo por esta parte del mundo (y otras), aunque, eso sí, en breve resultará todo muy transparente y reformado (lo que quiere decir que los sistemas a utilizar serán más sofisticados).

Por ello, no deja de ser una interesante propuesta la presentada en La Codorniz hace casi sesenta años: estar todos quietos callados.


Cuando vean cómo desciende la productividad de los espías, pensarán que están conchabados (y los encarcelarán) o que son unos inútiles (y los destinarán a cursos de reciclaje), con lo que nos dejarán en paz.

Hasta que nos contraten a nosotros: ¡los mutantes telépatas! ¡Ja, ja, ja!

Créditos:
Portada de La Codorniz del 11 de noviembre de 1956, tomada de “La Codorniz” declara la guerra a Inglaterra, recopilación sobre el tema publicada por EDAF en 1999 (3ª edición, de noviembre), de la biblioteca del autor.

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