domingo, 5 de enero de 2014

Parole, parole, parole…

Tras los propósitos de Año Nuevo, y teniendo en cuenta (para esta noche) que hemos sido muy buenos, no está de más no olvidar (se esté o no de acuerdo) al clásico:

Prometemos conforme a nuestras esperanzas, y cumplimos conforme a nuestros temores.

Y no temamos en reconocer que:

Poseemos más fuerza que voluntad, y a menudo imaginamos que las cosas son imposibles para excusarnos con nosotros mismos.

Y me voy a hacer la lista de cosas para este año.

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¡Ja, ja! ¡Era broma! ¡Ya tengo todo hecho!

Créditos:
Trigesimooctava y trigésima reflexiones morales, o máximas, de François de La Rochefoucauld, según traducción de Esther Benítez, tomada de la edición de las Máximas, realizada en 2012 por Akal como número 248 de su colección Básica de bolsillo, de la biblioteca del autor.

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