martes, 18 de febrero de 2014

Yendo de copos

Pero el alivio fué pasajero; a las cinco de la tarde el termómetro volvió a bajar, y tras de una ligera llovizna se reprodujo la nevada, alcanzando bastante intensidad hacia las diez de la noche, por lo que volvió a cuajar la nieve. Cesó la nevada al amanecer, cuando el viento, frío y duro, fue cambiando. La helada duró hasta bien entrada la mañana, y durante todo el día de ayer se mantuvo el tiempo con el mismo cariz.

No, no se trata de la crónica de la nevada del pasado sábado en Valencia, sino de la de Madrid entre el 17 y el 18 de febrero… de hace 90 años, en 1924.

Nevada que, como entonces no estaba lo de la ‘ideología de género’, resultó claramente sexista.


Por cierto, el trabajo de las brigadas municipales para abrir en condiciones el paso al “tránsito público” resultó eficaz y su desarrollo, “con actividad”, probó, a juicio del periódico, “que hay medios suficientes para el servicio y éste se presta bien cuando el personal está organizado y dispuesto para salir oportunamente, apenas cesa de caer la nieve y antes de que la nevada se endurezca sobre el adoquinado y sobre las losas de las aceras”. En definitiva, que los problemas no eran, entonces, tanto de medios como de organización y voluntad.

Como noventa minutos, digo, años, después.

Créditos:
Extracto de la noticia publicada en ABC el 19 de febrero de 1924, tomada de su hemeroteca en internet.
Imagen de la viñeta de Xaudaró (con perrito, claro), publicada también en ABC el mismo día, y tomada, igualmente, de la hemeroteca del periódico en internet.

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