lunes, 14 de noviembre de 2016

Lunes… lunero


Aunque tenía que ser a las 18:11, las nubes sobre la línea del horizonte no permitieron empezar a ver la Luna hasta once minutos más tarde, para alegría de quienes, a la orilla del mar…


o desde el Paseo Marítimo, esperábamos, pocas veces mejor dicho, a la luna de Valencia.


[Y si, por influencia de la Luna, alguien cree ver el juego de manos de la Creación de Adán,… no diré que sea cosa de lunáticos, pero… mejor que se limite a ver, sólo, fotos de la Luna, dejándose de embrujos.]

Créditos:
Fotografías de la ‘superluna’ de esta noche, desde la playa de las Arenas, en Valencia, del autor.
[Las fotos de Alawen, aunque no haya playa, son mejores.]

viernes, 11 de noviembre de 2016

Desarmado, pero bien protegido

Muy poco antes de que terminase este bienio los bárbaros invadieron las Galias. Para repeler a los invasores el césar Juliano organizó poderosos regimientos y, para animar a sus huestes a que pelearan con bravura contra el enemigo ofreció a los combatientes cuantiosas sumas de dinero. Martín, que estaba dispuesto a no prorrogar su permanencia en el ejército, rechazó el incentivo que le ofrecían y dijo al césar:
- Yo estoy bautizado, soy un soldado de Cristo y como tal no me está permitido intervenir en esta clase de batallas.
 Juliano, indignado, le replicó de este modo:
- Si te niegas a tomar parte en esta guerra, no es por motivo de religión, sino porque eres cobarde y tienes miedo.
Martín, con viveza y valentía, rechazó la acusación de que era objeto, diciéndole a Juliano:
- Si pretendo darme de baja en la milicia no es porque sea cobarde y tenga miedo, sino por razones religiosas; para demostrarte que digo verdad, mañana, cuando comience la batalla, me presentaré ante los soldados enemigos completamente desarmado, sin escudo y sin coraza; y sin otra protección que la de la señal de la cruz, penetraré sin vacilar entre las tropas invasoras.
Juliano, para comprobar si Martín era efectivamente capaz de cumplir lo que había prometido, tras ordenar que lo vigilaran muy de cerca en evitación de que se escapara, dispuso todo lo necesario a fin de que al día siguiente el joven tribuno fuese colocado en un destacamento de vanguardia frente a los bárbaros invasores. Llegada la mañana, Martín ocupó el puesto que el césar le había asignado; poco después los enemigos enviaron una legación ante el general que mandaba las tropas romanas, manifestándole su decisión de rendirse sin condiciones. De ese modo quedó bien claro que la insigne victoria que en aquella ocasión el ejército imperial obtuvo sin el menor derramamiento de sangre sobre las fuerzas invasoras se debió exclusivamente a los méritos de tan santo varón.

[En la festividad de San Martín, Obispo de Tours, y en el nonagesimooctavo aniversario del armisticio de la Primera Guerra Mundial]

Créditos:
Extracto del capítulo dedicada a San Martín, Obispo, en La leyenda dorada, de Santiago de la Vorágine, según traducción de Fray José Manuel Mecías, tomado de la edición realizada por Alianza Editorial en su colección Alianza Forma (2ª edición, de 2016, tomo II, pp. 719-720), de la biblioteca del autor.
Fotografía de las ruinas de la iglesia de San Martín, en Ypres, realizada por Maurice y Robert Antony, el 15 de septiembre de 1919, tomada de The First World War: unseen glass plate photographs of the Western Front, recopilación de Carl de Keyzer y David van Reybrouck editada por Hannibal Publishing (2014-2015) y The University of Chicago Press (2015), de la biblioteca del autor.

martes, 8 de noviembre de 2016

Echando cuentas... y cuentos

Hace cuatro años (y dos días) tuvo lugar en Estados Unidos la quincuagesimoséptima elección presidencial. En aquella ocasión hubo 129.085.410 votos, que en más de un 98% se decantaron por uno de los dos principales candidatos: Barak Obama y Mitt Romney.

En realidad lo que se vota no es el Presidente sino la composición del Colegio Electoral, cuyos integrantes son quienes efectivamente votan (allá por diciembre) al Presidente (es decir, es una elección indirecta).

La composición del Colegio Electoral se dividió de modo que un total de 332 votos electorales eran favorables al entonces Presidente, Barak Obama, y 206 votos a favor del candidato, Mitt Romney.

Como se ve, la diferencia resultó apreciable: redondeando, un 62% frente a un 48%. Sin embargo, el reparto de los votos populares fue más ajustado: 51% frente a 47%.

Aunque podría parecer que los dos puntos que fueron a otros candidatos sin recompensa en el Colegio Electoral, tuvieron mucha más importancia en el resultado, no fue así. Por ejemplo, en Florida, donde, porcentualmente, el resultado fue más ajustado, hubo 72.976 votos a otros candidatos, pero la diferencia a favor de Obama fue de 74.309 votos, por lo que no hubo opción a que influyeran.

Sin embargo, se puede hacer otro planteamiento, aunque también relacionado con un cambio de voto.

Si ‘elegimos’ bien los estados, tendríamos que con que unos 68.000 votantes hubieran cambiado su voto de Obama a Romney en Nevada, unos 74.000 en Florida, 149.000 en Virginia y 166.000 en Ohio, hubieran cambiado de color los 6 votos electorales de Nevada, los 29 de Florida, los 13 de Virginia y los 18 de Ohio. En resumen, que con que 457.000 votantes hubieran cambiado de voto, Romney habría conseguido 66 votos más, lo que con los 206 obtenidos en otros estados, le hubiera permitido superar la cifra de 270 votos en el Colegio Electoral que le hubiera supuesto la Presidencia.

El caso es que estos 457.000 votantes representaban el 0,35% del total nacional de votos emitidos.

La conclusión es: ¿qué encuesta, de ámbito nacional, es capaz de ofrecer esta precisión?

Por eso, que a la cita de hoy haya llegado Donald Trump con un punto más que Hillary Clinton, o al revés, aparte de darle emoción al tema, ayuda para escribir sesudos análisis cosas como esta anotación.

domingo, 26 de junio de 2016

Errare humanum est

En la Divini Redemptoris de Pío XI hay referencias a otras encíclicas, y en particular, a las de Pío IX, así como a la recopilación que de diversos errores dogmáticos y político-sociales realizó este Papa con el nombre de Syllabus.

Llevado por la curiosidad, busqué esta obra en la página del Vaticano,... y no la encontré.

Pero seguro que se debió a un error mío.

Y no es cosa de errar más. Por muy humanos que queramos ser.


Créditos:
Imagen de un imán de nevera, con la famosa cita (transcrita en el título) de Lucius Annaeus Seneca (padre o hijo), comprado en Roma, y actualmente en la puerta de la nevera... del autor.

viernes, 24 de junio de 2016

Aprender del ejemplo

«Y habiéndose ido el sacristán, Cortado le siguió y le alcanzó en las Gradas, donde le llamó y le retiró a una parte, y allí le comenzó a decir tantos disparates, al modo de lo que llaman bernadinas, cerca del hurto y hallazgo de su bolsa, dándole buenas esperanzas, sin concluir jamás razón que comenzase, que el pobre sacristán estaba embelesado escuchándole; y como no acababa de entender lo que le decía, hacía que le replicase la razón dos y tres veces. Estábale mirando Cortado a la cara atentamente, y no quitaba los ojos de sus ojos; el sacristán le miraba de la misma manera, estando colgado de sus palabras. Este tan grande embelesamiento dió lugar a Cortado que concluyese su obra, y sutilmente le sacó el pañuelo de la faldriquera.»


Aunque en esta ocasión hemos estado menos "colgados de sus palabras", no por ello en la campaña electoral han dejado de darnos "buenas esperanzas, sin concluir jamás razón que comenzase(n)", ni por supuesto, nos han dejado de "decir tantos disparates".

Ahora ya solo falta saber si nos dejaremos sacar "el pañuelo de la faldriquera".

Créditos:
Extracto de la novela ejemplar Rinconete y Cortadillo, de Miguel de Cervantes,  tomado de Novelas ejemplares (I), según edición de Francisco Rodríguez Marín publicada en 1914 en la colección Clásicos Castellanos, y reproducida en edición facsímil por Espasa Calpe en 2010, de la biblioteca del autor.
Fotografía de la placa conmemorativa existente en Sevilla, en enero de 2011, del autor.

El último,...

... visto cómo está resultando el Brexit de contagioso, en un sentido (fuera), o en el contrario (dentro),...


...  que apague la luz.

Créditos:
Detalle de la portada de la edición londinense de Metro, del 10 de septiembre de 2012, sobre la conclusión de los Juegos Paralímpicos celebrados en Londres, de la hemeroteca del autor.

jueves, 23 de junio de 2016

No nos dejes caer en la tentación...

«Conocimiento de las insidias del comunismo
Sobre este punto insistimos ya en Nuestra Alocución del 12 de mayo del año pasado, pero creemos necesario, Venerables Hermanos, volver a llamar acerca de ello vuestra atención de modo particular. Al principio, el comunismo se manifestó cual era en toda su perversidad; pero pronto cayó en la cuenta de que de esta manera alejaba de sí a los pueblos, y por esto ha cambiado de táctica y procura atraerse las muchedumbres con diversos engaños, ocultando sus fines tras ideas que en sí son buenas y atrayentes.

Así, viendo el deseo de paz, los jefes del comunismo fingen ser los más celosos fautores y propagandistas del movimiento por la paz mundial; pero, al mismo tiempo, excitan a luna lucha de clases que hace correr ríos de sangre, y sintiendo que no tienen garantías de paz, recurren a armamentos ilimitados. Así, bajo diversos nombres que ni siquiera aluden al comunismo, fundan asociaciones y periódicos, que luego no sirven más que para hacer penetrar sus ideas en medios que de otro modo no serían fácilmente accesibles, y pérfidamente procuran infiltrarse hasta en asociaciones abiertamente católicas y religiosas. Así, en otras partes, sin renunciar en lo más mínimo a sus perversos principios, invitan a los católicos a colaborar con ellos en el campo llamado humanitario y caritativo, proponiendo a veces cosas completamente conformes al espíritu cristiano y a la doctrina de la Iglesia. En otras partes llevan su hipocresía hasta hacer creer que el comunismo, en países de mayor fe y cultura, tomará un aspecto más suave y no impedirá el culto religioso y respetará la libertad de las conciencias. Y hasta hay quienes, refiriéndose a ciertos cambios introducidos recientemente en la legislación soviética, deducen que el comunismo está para abandonar su programa de lucha contra Dios.

Procurad, Venerables Hermanos, que los fieles no se dejen engañar. El comunismo es intrínsecamente perverso, y no se puede admitir que colaboren con él en ningún terreno los que quieren salvar la civilización cristiana. Y si algunos, inducidos al error, cooperasen a la victoria del comunismo en sus países, serán los primeros en ser víctimas de su error; y cuanto las regiones donde el comunismo consigue penetrar más se distingan por la antigüedad y la grandeza de su civilización cristiana, tanto más devastador se manifestará allí el odio de los sin Dios.»

Y eso que entonces ya no se consideraban "socialdemócratas".

Créditos:
Extracto de la encíclica Divini Redemptoris, publicada por el Papa Pío XI en 1937, tomado de la edición realizada por Editorial Apostolado de la Prensa, S.A., en 1960, de la biblioteca del autor.
Viñeta de J.M. Nieto, publicada en ABC el 24 de julio de 2014, de la hemeroteca del autor.

¿Habrá nueva bandera?

¿Rota, y con el agujero del Reino Unido tras el Brexit?

¿El Unido fuera de la Unión? Si por mí fuera, no.

Créditos:
Fotografía de la bandera de la Unión Europea, en la plaza de Europa, en Valencia, el jueves de la pasada semana, del autor.

martes, 21 de junio de 2016

¿Lees, tío?

El verano es la estación en la que muchos hacen cosas que en la rutina diaria no encajan. Y así, unos cuantos aprovechan y leen.


Y unos pocos, hacen otras cosas, mientras siguen leyendo.

Créditos:
Fotografía (sin datar) de Hemingway bañándose en el mar, mientra lee, publicada en el suplemento dominical XL Semanal el 1 de marzo de 2009, de la hemeroteca del autor.

miércoles, 15 de junio de 2016

Que te como, que te como


Aunque seas un sol.

Créditos:
Fotografía de un amanecer, en Valencia, en junio de 2014, del autor.

sábado, 28 de mayo de 2016

El de en medio se queda sin foto

Una vez más, ha habido Final de Champions madrileña, y una vez más no se ha jugado en Madrid.

Hace unos días encontré la noticia de que Mahou, cuando la de 2014, había propuesto que las aficiones del Real Madrid y del Atlético de Madrid celebraran el pase a la final junto a la estatua de Apolo. No sé si se llegó a hacer algo, ni si en esta ocasión retomó la propuesta, y con qué resultado.

Lo que sí me supongo es que esta noche tampoco nadie se acordará de la estatua de Apolo. Y digo supongo porque no lo puedo comprobar desde casa, pues aunque las cámaras de tráfico del Ayuntamiento de Madrid sí facilitan imágenes de las plazas de Cibeles y Neptuno…










… me parece que Apolo sigue sin tener suerte,... y tampoco cuenta con cámara alguna.

Créditos:
Imágenes de las cámaras de tráfico en cuestión, tomadas de la página correspondiente del Ayuntamiento de Madrid, hace unos minutos.

domingo, 8 de mayo de 2016

Y yo... me eché un remiendo

Esta mañana he ido a misa coincidiendo que en la celebración tomaban varios niños la Primera Comunión, algo muy propio de estas fechas.

En la homilía, el sacerdote hizo una pregunta. La primera respuesta llegó en seguida,... pero resultó errónea; la segunda, también rápida,... y también errónea.

Se notaba que el ambiente comenzaba a espesarse, y no era para menos: un tercer fallo, y lo mismo los móviles se bloqueaban y había que buscar el famoso PUK. Por ello, el sacerdote apuntó la respuesta diciendo la primera sílaba un par de veces. De este modo, como nos dice el proverbio (aunque no del libro de la Biblia), a la tercera fue la vencida, y se pudo oír la respuesta correcta.

La pregunta, la verdad, tenía su miga: «¿Dónde nació Jesús?»

"El teu amparo espera qui en devoció l'implòra,
puix sou Reyna Excelsa del pòble valenciá."

[En el domingo segundo de mayo, día en el que en Valencia se celebra la festividad de la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de los Desamparados.]

Créditos:
En el título, parte de un verso del estribillo de un famoso villancico en el que se menciona la población que contesta la pregunta del sacerdote.
Fotografía de la capilla a la Virgen de los Desamparados en la planta baja de un edificio de viviendas, en el chaflán de las calles Pío XI y Manuel Simó, en Valencia, en diciembre de 2015, del autor.

domingo, 1 de mayo de 2016

Lo primero es lo primero


Y luego, después, ya…

Créditos:
Fotografía de un cartel en un centro de El Corte Inglés de Valencia, esta tarde, del autor.

sábado, 23 de abril de 2016

Pues no, pero sí, aunque tampoco.

Mientras mira al cielo, preguntándose si lloverá o no durante estos días.

Este comentario se leyó en la noticia de Las Provincias sobre la inauguración de la 51ª Feria del Libro en Valencia. Y al final, fue que no.


Que no llovió, digo; inauguración sí hubo (incluso con su pequeña 'lluvia' de autoridades).

Pero hoy, Día del Libro, sí, aunque, para compensar, no nos hemos quedado sin Sol.


Sin embargo, no ha quedado registrada lluvia en la página de AEMET. Y como la Feria está cerca del Observatorio, es señal de que las nubes que haya habido por ahí no son escritoras.

Créditos:
‘Pantallazo’ del registro gráfico pluviométrico en el Observatorio Meteorológico de Valencia, tomado el jueves 21 por la mañana de la página de AEMET, relativo a las veinticuatro horas anteriores.
Fotografía de la lluvia en Valencia, sobre las ocho y cuarto de esta tarde, luciendo el Sol, del autor.

God save the King

«Antes de la guerra y durante el período de pasividad militar se había hecho muy poco -o, mejor, nada- para preparar reductos a prueba de bomba en los que pudiera sentar sus reales el gobierno central. Se habían, en trueque, elaborado planes muy minuciosos para el traslado del gobierno a un lugar distinto a Londres. (…) Pero, ahora que nos veíamos bombardeados, gobierno y Parlamento estaban resueltos a continuar en Londres, y yo compartía el sentir común. Como otros, yo no había dejado de imaginar una destrucción tan abrumadora que nos forzase a realizar un traslado y una dispersión generales. Mas en contacto con los hechos reales nuestras reacciones siguieron una dirección contraria.»

«Si se quería resistir y permanecer en Londres, era menester construir, bajo tierra o en la superficie, toda clase de locales fortificados donde el poder ejecutivo y sus miles de funcionarios pudieran desempeñar sus tareas.»

«Primer Ministro a sir Edward Bridges.                                   22-X-40
1. Ahora conocemos ya los límites del ataque enemigo a Londres y nos consta que será tan severo como prolongado. Es muy verosímil que prosiga el bombardeo de Whitehall y demás centros de gobierno hasta que todos los edificios viejos o inseguros hayan sido demolidos.
En consecuencia, es preciso organizar, lo antes posible, acomodos en las casas más fuertes que existan, o que sean susceptibles de fortificación, a fin de que sirvan para acoger a los muy numerosos núcleos de personal superior y subalterno relacionado con los organismos gubernativos y con los ministerios y departamentos esenciales para la dirección de la guerra.
Esto se hace inevitable en virtud de nuestra decisión de no abandonar Londres (…)»

«El domingo 29 de diciembre volvió a abatirse sobre Londres el más grave de los ataques de aquellas semanas. En esa ocasión los alemanes hicieron uso de la mucha experiencia tan penosamente ganada. Fue una operación incendiaria clásica. El peso del ataque se concentró en la City de Londres. Se sincronizó el asalto con el momento de la marea baja. Las conducciones de agua fueron destruidas desde el principio por unas minas de gran potencia explosiva soltadas en paracaídas. Hubo que luchar con cerca de mil quinientos incendios. Las estaciones de ferrocarril y los muelles sufrieron daños. Ocho iglesias fueron destruidas o quedaron malparadas. El fuego y las explosiones afectaron al Ayuntamiento y costó heroicos esfuerzos salvar la catedral de San Pablo. Aun hoy sigue existiendo una zona de vacío, ruina y desolación en el mismo centro del mundo británico. Pero cuando el rey y la reina visitaron aquella zona de muerte, se les acogió con un entusiasmo mucho mayor que el usual en las fiestas reales.
Durante aquella dura y prolongada prueba, que aún debía persistir por varios meses, el monarca habitó constantemente el palacio de Buckingham. Se construyeron en los sótanos refugios adecuados, mas eso costó su correspondiente tiempo. Varias veces aconteció también que Su Majestad llegara de Windsor en el curso de un ataque aéreo. Una vez él y la reina se salvaron por un muy estrecho margen.»

«Fue muy útil para Inglaterra tener unos reyes tan buenos en aquellos trascendentales años.»

[En la festividad de San Jorge, Santo Patrono de Inglaterra, y onomástica del rey Jorge VI.]

Créditos:
Extractos del capítulo III «Londres puede aguantar», de Solos, libro segundo de Su hora mejor, parte segunda de La Segunda Guerra Mundial, obra de Sir Winston S. Churchill, según traducción de Juan G. de Luaces, publicado como volumen IV de la obra, y como número 15 de la colección Biblioteca de Historia, editada por Orbis en 1985, (pp. 52, 53, 58, 62 y 63), de la biblioteca del autor.
Fotografía del rey Jorge VI, visitando una zona bombardeada en el distrito londinense de Lambeth (sin fecha, probablemente 1940 ó 1941), tomada de Operation Sea Lion, de Peter Fleming (publicado originalmente en 1957 con el nombre Invasion 1940), según edición de Pan Books en 2003, de la biblioteca del autor.

Escribir y llorar, ¿todo es empezar?

«Escribir y crear en el centro de la civilización y de la publicidad, como Hugo y Lherminier, es escribir. Porque la palabra escrita necesita retumbar, y como la piedra lanzada en medio del estanque, quiere llegar repetida de onda en onda hasta el confín de la superficie; necesita irradiarse, como la luz, del centro a la circunferencia. Escribir como Chateaubriand y Lamartine en la capital del mundo moderno es escribir para la humanidad; digno y noble fin de la palabra del hombre, que es dicha para ser oída. Escribir como escribimos en Madrid es tomar una apuntación, es escribir en un libro de memorias, es realizar un monólogo desesperante y triste para uno solo. Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta. Porque no escribe uno siquiera para los suyos. ¿Quiénes son los suyos? ¿Quién oye aquí? ¿Son las academias, son los círculos literarios, son los corrillos noticieros de la Puerta del Sol, son las mesas de los cafés, son las divisiones expedicionarias, son las pandillas de Gómez, son los que despojan, o son los despojados?»

Una vez que se ha comprobado que la frase original no hace referencia a España, queda preguntarse: ¿y eso supone alguna diferencia?

Créditos:
Extracto (las negritas son del autor) del artículo Horas de invierno, de Mariano José de Larra, publicado en El Español. Diario de las Doctrinas y los Intereses Sociales, en su número 420, de 25 de diciembre de 1836, tomado de la edición en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.
Fotografía de un tractor llevando por dentro de Valencia, un remolque cargado de cajas de cebollas recién cosechadas, esta mañana, del autor.

Del ingenioso humanista

«Que Cervantes fué hombre de mucha lectura no podrá negarlo quien haya tenido trato familiar con sus obras. Una frase aislada de un erudito algo pedante como Tamayo de Vagas no basta para afirmar que entre sus contemporáneos fuese corriente apellidar ingenio lego al que un humanista tan distinguido como López de Hoyos llamaba con fruición «su caro y amado discípulo» y escogía entre todos sus compañeros para llevar la voz en nombre del estudio que regentaba. Pudo Cervantes no cursar escuelas universitarias, y todo induce a creer que así fué; de seguro no recibió grados en ellas; carecía sin duda de la vastísima y universal erudición de D. Francisco de Quevedo; pudo descuidar en los azares de su vida, tan tormentosa y atormentada, la letra de sus primeros estudios clásicos y equivocarse tal vez cuando citaba de memoria; pero el espíritu de la antigüedad había penetrado en lo más hondo de su alma, y se manifiesta en él, no por la inoportuna profusión de citas y reminiscencias clásicas, de que con tanto donaire se burló en su prólogo, sino por otro género de influencia más honda y eficaz: por lo claro y armónico de la composición; por el buen gusto que rara vez falla, aun en los pasos más difíciles y escabrosos; por cierta pureza estética que sobrenada en la descripción de lo más abyecto y trivial; por cierta grave, consoladora y optimista filosofía que suele encontrarse con sorpresa en sus narraciones de apariencia más liviana; por un buen humor reflexivo y sereno, que parece la suprema ironía de quien había andado mucho mundo y sufrido muchos descalabros en la vida, sin que ni los duros trances de la guerra, ni los hierros del cautiverio, ni los empeños, todavía más duros para el alma generosa, de la lucha cotidiana y estéril con la adversa y apocada fortuna, llegasen a empañar la olímpica serenidad de su alma, no sabemos si regocijada o resignada. Esta humana y aristocrática manera de espíritu que tuvieron todos los grandes hombres del Renacimiento, pero que en algunos anduvo mezclada con graves aberraciones morales, encontró su más perfecta y depurada expresión en Miguel de Cervantes, y por esto principalmente fué humanista más que si hubiese sabido de coro toda la antigüedad griega y latina.»

Créditos:
Extracto del discurso leído por D. Marcelino Menéndez y Pelayo, en el Paraninfo de la Universidad Central (ahora, Complutense de Madrid), el 8 de mayo de 1905, en la solemne fiesta académica celebrada con motivo del III Centenario de la publicación (de la primera parte) del Quijote, y recogido bajo el título Cultura literaria de Miguel de Cervantes y elaboración del «Quijote», en la selección realizada por José María de Cossío con el título San Isidoro, Cervantes y otros estudios (de D. Marcelino), publicada por Espasa-Calpe como número 251 de en su colección Austral, tomado del ejemplar de la cuarta edición, de noviembre de 1959, (pp. 90-91), de la biblioteca del autor.
Fotografía de la placa de la calle Cervantes, en Valencia, colocada en conmemoración, también, del III Centenario del Quijote, en abril de 2009, del autor.

martes, 19 de abril de 2016

Pronóstico para mañana: En Valencia, Feria del Libro


(Bueno, más o menos.)

Créditos:
‘Pantallazo’ de la previsión de la AEMET para las próximas horas de este miércoles, día 20, en Valencia, día en el que se inaugura la 51º Feria del Libro de Valencia.

domingo, 17 de abril de 2016

¿Un país de fábula,…?

«Un día de invierno una Cigarra hambrienta pidió a una Hormiga un poco de la comida que esta había almacenado.
- ¿Y por qué – dijo la Hormiga – tú no almacenaste comida también, en vez de cantar todo el tiempo?
- Lo hice – dijo la Cigarra –, lo hice; pero vinisteis vosotras, las hormigas, y os llevasteis todo.»

¿… o, simplemente, fantástico, o fantasioso, o...?

Créditos:
Transcripción de la fábula nº 59 de las 99 fábulas fantásticas, de Ambrose Bierce, según traducción de Marcial Souto, tomada de la selcción realizada por éste y publicada por Libros del Zorro Rojo, en febrero de 216, de la biblioteca del autor.
Fotografía de un ‘bicho’, en septiembre de 2015, del autor.

miércoles, 13 de abril de 2016

«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais…

»atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos C brillar en la oscuridad, cerca de la Puerta de Tannhäuser»


Y yo también he visto una cosa que vosotros no creeríais...



… una fila 13… en un avión.

Créditos:
En el título y en el cuerpo de la anotación, transcripción parcial de la famosa escena de Blade Runner, película dirigida por Ridley Scott, y basada en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick.
Fotografía de la indicación correspondiente a la Fila 13, en un avión ATR 42, en marzo de 2016, del autor.

sábado, 9 de enero de 2016

Guardando al guardián

Según parece, el nombre de Arturo, para la tercera/cuarta estrella más brillante del cielo nocturno, proviene del griego antiguo Αρκτοῦρος (Arcturus), «el guardián de la osa», dada su cercanía a las constelaciones de ambas Osas, la Mayor (Ursa Major) y la Menor (Ursa Minor).

Por otro lado, dicha estrella forma parte de la constelación del Boyero (Boötes), es decir, el que conduce los bueyes, lo que solía hacerse con unas varas. Aunque en la antigua astronomía griega, la constelación heredaba el nombre de su principal estrella, y pasaba a ser toda ella «el guardián de la osa».

Por tanto, no es de extrañar que con la confusión zoológica-astronómica, el pobre Arturo haya quedado, en estos momentos del amanecer, algo entreverado, digo, entrevarado.

Créditos:
Fotografía de Arturo, entre los falsos tirantes del Puente del Azud del Oro, en Valencia, ayer a esta hora, del autor.