viernes, 8 de mayo de 2009

Un testigo del testigo

Este viernes se estrena (creo que sólo en Madrid y Barcelona, tranquilos el resto), el documental “Últimos testigos”, que en realidad es la unión de dos documentales distintos, uno sobre Manuel Fraga Iribarne y otro sobre Santiago Carrillo Solares.

El documental fue presentado durante la celebración del XII Festival de Cine de Málaga, a mediados de abril. De esta presentación hubo diversas noticias, y aquí traemos algunas de ellas.

Podemos empezar por el refundido realizado el mismo día de la presentación, viernes 17 de abril, por Libertad Digital. De él cabe destacar destacar el titular: “He cometido errores, pero no me arrepiento de nada”; que en el cuerpo de la noticia se completa, introduciendo un matiz en el titular (que es lo que, por lo general, únicamente se lee): “porque he procurado corregirme”.

Seguimos ahora con la reseña publicada en El Mundo también ese mismo día, por Cristóbal G. Montilla, desde el festival (la foto que acompaña, de Nacho Alcalá, está tomada de aquí). La frase anterior no se menciona, pero sí se hace una referencia al padre del testigo.

«Enfrentamiento con su padre
E, incluso, adquiere una dimensión más impactante en los momentos en los que se aborda su enfrentamiento con su padre, un dirigente de la UGT por el que se sintió traicionado y al que escribió una carta en 'Mundo Obrero' llamándole "el traidor Wenceslao Carrillo": "Mi madre murió casi al mismo tiempo que me enteré de que él formaba parte del comité que había pactado la entrega de Madrid, y esto me dolió más que la muerte de mi madre. Jamás había llorado en la vida, y nunca más lo hice, pero ese día sí porque era un golpe bajo, lo de mi padre fue peor que me pasó en la vida".
»

En el mismo párrafo de Libertad Digital que recoge la frase del titular, se refleja como frase dicha por el testigo: “Hay otras miradas distintas de otras personas”. Pues veamos una de ellas.

En nuestra ya conocida obra Las aventuras prodigiosas, en la que Carlos Semprún Maura novela mucho de su vida, cuenta un momento del inicio de la actividad “comprometida” de Lorenzo Soriano, aunque desde el exilio:

Una idea surgió en la mente romántica de Lorenzo: realizar un reportaje sobre los maquis comunistas en España (…) Cuando se atrevió a hablar de su proyecto con Fernando, éste puso cara rara y dijo:
– ¡Huuuyyy! Ése es un tema muy delicado. Tú comprenderás que se trata de actividades superclandestinas (…)
Claro, Fernando, no le dijo jamás que cuando él había aludido tímidamente a ese proyecto de reportaje, los maquis comunistas españoles habían sido disueltos por orden de Stalin, y algunos jefes guerrilleros reacios a abandonar la lucha armada, asesinados por orden de Carrillo. De eso se enteró Lorenzo más tarde, cuando ya había abandonado por completo las filas comunistas.
” (pp. 35-36)

Al día siguiente de la presentación del documental, El País publica la reseña de Sergio Mellado, sobre el particular. De ella, podemos destacar lo siguiente:
«Carrillo, que dijo estar cansado de que le pregunten por la matanza de presos en Paracuellos del Jarama (Madrid) en 1936 cuando él ejercía como consejero del Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid. "Que esa sea la única pregunta que me hagan es la demostración de la ignorancia que existe sobre lo que fue la defensa de Madrid. Es la única pregunta que me subleva", zanjó Carrillo, que fue definido por los autores como "un personaje cinematográfico con mucha chicha, una mezcla de Che Guevara y James Bond".»

En este caso, podemos leerle a Carlos Semprún Maura, lo siguiente:

– Por cierto, Lorenzo va a instalarse en España – dice María (…)
[Lorenzo] Tiene un bonito historial de lucha antifranquista –prosigue la «gitana»–, pero como se ha enfadado con todo el mundo no podrá rentabilizarlo. No será diputado, vaya.
(…)
– El rey no va a durar seis meses más –declara Pierre Lambert, muy serio–. Fue útil para la transición, pero España ya es un país europeo, y volverá la república. De eso no me cabe la menor duda.
– Me parece que usted confunde república y democracia. Los países más democráticos de Europa son monarquías. –María Sergueievna ha hablado con tono displicente.
– ¿Qué? –se extraña Lamberte y su mujer chilla: «¡Vaya tontería!»
– Inglaterra, Holanda, Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, y ahora España –dice María.
– Si., pero ni Francia ni Alemania –insiste Lambert.
– Ni la URSS, ni Polonia. ¿Son países democráticos?
– Desde luego que no. Pero, en España, Santiago Carrillo…
– Es un criminal de guerra –corta Lorenzo, dejando a los Lambert boquiabiertos.
– Sabe de lo que habla –dice María (…)– Pero si le lanzamos el tema, nos estará hablando hasta pasado mañana.
– Es, sin embargo, un tema interesante –dice Boris, como si tal cosa.
– ¿Humor negro? –sonríe María.
– Negro, tal vez, humor, no.
” (pp. 255-256)

Como se ve, las referencias a traiciones y al Che Guevara con que definían al testigo, no son nada contradictorias con las referencias noveladas que plasma Carlos Semprún Maura, en su momento, y desde dentro del mismo Partido Comunista de España, este sí, claro testigo.

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